Al final no habrá gira por Argelia. Ni siquiera viaje de ida y vuelta en pocos días para jugar un partido. El Cacereño confirmó a media tarde de ayer lo que había anunciado unas horas antes el Mouloudia de Orán, la localidad argelina en la que iba a disputar un partido el domingo tras partir hoy mismo desde Madrid en avión.

En principio, según ambos clubs, los problemas han sido con el desplazamiento de vuelta. Pero, aparte de ello, subyace la cuestión económica: el Cacereño no habría recibido las garantías necesarias y decidió dar marcha atrás, aun con el desgaste de imagen que pueda suponer.

La historia es, como mínimo, llamativa, aunque la entidad cacereña dice no sentirse responsable de nada de lo que ha sucedido, sino más bien una víctima. Hace un mes manifestó públicamente la culminación de una negociación muy mediática: a la imagen de los grandes del fútbol español, a principios de agosto emprendería una gira por Argelia para jugar dos o tres encuentros de preparación.

Todo sonaba muy bien: el Cacereño había llamado la atención en el fútbol norteafricano por su llamativo papel en la pasada Copa del Rey, cuando estuvo a punto de eliminar al Málaga. Y eso le había servido para emprender unas negociaciones que, de culminarse, reportarían unos buenos ingresos. La maquinaria burocrática se puso en marcha y hasta se solicitaron los visados necesarios.

TODO SE TUERCE Dos aplazamientos sucesivos de la fecha de salida hacia Argelia hicieron levantar algunas alarmas, pero el CPC mantenía que el viaje seguía totalmente en pie y que, como mínimo, uno de los partidos amistosos estaba confirmado. Y que se seguía negociando para darle más contenido al desplazamiento para cerrar una posible segunda cita.

El miércoles por la mañana, los representantes de la entidad verde ofrecían algunos detalles de la operación: qué jugadores conformarían la expedición y que el propio consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, les acompañaría.

Doblas estaba siendo parte fundamental en las conversaciones, de las que el núcleo de la junta directiva que lleva el día a día del club en Cáceres no parecía directamente informada del todo. En la interioridad, los problemas --organizativos y económicos-- no terminaban de resolverse incluso con el Mouloudia de Orán.

LA DECISION Se llegó a un punto de no retorno ayer por la mañana. El Cacereño exigió las suficientes garantías financieras de que el viaje le resultaría tan rentable como esperaba y no las obtuvo. Tampoco gustaba la propuesta argelina de tener que regresar en barco hasta Alicante el miércoles y después en autobús hasta Cáceres. El debut liguero el domingo 25 frente al Algeciras quedaba demasiado

En su página de la red social Facebook, el Mouroudia Club d'Oran fue el primero en comunicarlo públicamente. Fue al filo de la una de la tarde y en árabe, señalando, con el epígrafe de "urgente" que el partido del domingo "se cancelaba" por dificultades en los "vuelos de vuelta" del Cacereño. Muy poco después, señaló que el último partido de su pretemporada sería mañana frente al CRB Sfisef.

Por su parte, el Cacereño emitió un par de tuits al filo de las seis de la tarde: "Se cancela el viaje a Argelia por varios motivos perjudiciales a nuestro club y que se han intentado solucionar hasta último el momento. La falta de vuelos y la vuelta en barco el jueves hacían imposible estar en condiciones para el primer partido liguero".

Todo estaba preparado, desde recoger la documentación necesaria (visados y pasaportes) en la embajada argelina en Madrid hasta el alojamiento en el país.

Los responsables del Cacereño se pasaron el resto de la tarde intentando convencer a la opinión pública de que el club es el único perjudicado y que en todo momento obró con buena voluntad y sin intención de transmitir ningún bulo. Ahora toca recomponer la parte final de la pretemporada del equipo.