CACEREÑO - 0: Fuentes, Palero, Carrizosa (min. 71, Jaraíz), Juli Ferrer, Toni; Rubén Rivera (min. 62, Esteve), Checa, Santi Amaro, Chapi; Matías Saad (min. 77, Carlos Valverde).

MELILLA - 0: Muniz, Andrés, Mohamed, Sergio, Amarito, Calos David, González (m. 74, Aznar), Velasco, Jairo, Domenech y César.

ARBITRO: Perdigones Pacheco. Bien. Tarjetas al local Carrizosa y a los visitantes Velasco (dos, expulsado en el 66), Sergio y Amarito.

INCIDENCIAS: Partido jugado en el estadio Municipal de Miajadas por la falta de seguridad en el Príncipe Felipe alegada por el Cacereño tras los últimos desperfectos en el recinto.

En el partido del autoexilio, el Cacereño no pudo con una muralla de apellido Muniz y terminó empatando en Miajadas ante el Melilla (0-0) después de realizar una actuación muy completa, puede que paradójicamente una de las mejores como local, aunque el escenario no fuera su estadio habitual.

El portero visitante impidió, con su portentosa actuación en al menos tres oportunidades verdes de libro, que el grupo de Julio Cobos lograra una victoria que mereció. Jugó muy bien al fútbol el Cacereño en la alfombra tomatera , un lujo de césped, causa lógica de una envidia indisimulada para todos los jugadores, seguidores, técnicos y directivos del equipo extremeño.

Los verdes hicieron casi todo el gasto del choque y, por enésima vez esta temporada, tampoco aprovecharon que su oponente terminara en inferioridad numérica tras la expulsión de Velasco en el minuto 66.

Excepto en los primeros minutos, los locales fueron amos del balón ante un Melilla muy especulativo, que apenas creó peligro y que no aprovechó la buena técnica de sus jugadores de medio campo hacia adelante, especialmente de su escurridizo delantero César, quien con su habilidad y punta de velocidad creó alguna acción intimidatoria para la defensa extremeña.

Con buen toque, alimentado por la calidad técnica de este Cacereño 2012-2013 de futbolistas postineros como Gaspar, Santi Amaro o Chapi fabricó varias opciones de gol que no tuvieron su éxito final, como merecía su proceso de elaboración en un césped que favorece claramente su puesta en escena. La primera la tuvo precisamente el fino estilista montijano en una envenedada vaselina que se estrelló en el palo melillense (min. 15).

El dominio era palmario por parte de los locales, aunque tampoco en el primer tiempo hubo grandes opciones hasta que en el 42 la tuviera el ayer torpe Matías Saad. El Cacereño, perfecto en lo táctico con unos tremendos Juli Ferrer y Checa, estaba ya flirteando con el 1-0.

SEGUNDA PARTE No era el día, pese al enorme empeño verde. El segundo tiempo fue un monólogo absoluto, con una renuncia casi expresa de los melillenses a inquietar a Fuentes, que solo tuvo que intervenir en algunos lanzamientos lejanos y en un par de balones colgados al área.

El Cacereño atacó a degüello. Realmente, el festival de Muniz comenzó en el minuto 63, en un lanzamiento bien ejecutado por Amaro, que despejó bien el hombre que ha desplazado, lógicamente, al otrora intocable Dorronsoro. Los mismos protagonistas volvieron a cruzar sus caminos cinco minutos después, con idéntico deselance, y ya con los visitantes con un jugador menos. El gol se adivinaba como una tarea hercúlea.

Cobos hizo lo que tenía que hacer en los cambios, todos ellos de vocación ofensiva, con Esteve, Jaraíz y Valverde e incluso terminó jugando con Juli Ferrer en la vanguardia. Ni por esas.

Gaspar lanzó rozando el poste en un tiro excepcional (min. 88). En el epílogo llegó quizá la oportunidad más evidente. Santi Amaro, ominipresente ayer, se encontró un balón en el área, encaró al portero, pero éste le tapó increíblemente el hueco por donde decidió lanzar el esférico. Tremendo. Inverosímil.

El autoexilio había tocado a su fin. Si todo sigue como hasta ahora, el próximo encuentro será en el mismo escenario.