Cerro de Reyes 1: Manu; Odi, Rodolfo, Gabi Frías, Jaime; Belfortti (Min. 82 Tino), Germán; José Cayado, Golo, Tiago (Min. 71 Cristo); y Pierucci.

CD Varea 1: Pizón; Sola, Cali, Yecora, Alex; Olavarrieta, Maño, Zalazar, Luigi (Min. 93 Chimbo); Pitu (Min. 78 Simón); y Felipe (Min. 76 Iván Moreno).

Goles: 1-0. Min. 50. Jaime. 1-1. Min. 69. Felipe.

Arbitro: Vicente Moral (Castellano-leonés). Mal, puesto que concedió el gol del Varea en fuera de juego. Amonestó a los locales Jaime y Gabi Frías; y en los visitantes, expulsó a Zalazar a los 96 minutos por doble amarilla y tarjetas para Luigi y Pitu.

Incidencias: Encuentro de ida de la eliminatoria de ascenso a Segunda B disputado en el estadio José Pache de Badajoz ante la presencia de unos 3.000 espectadores.

Dejaron intacta la botella de Rioja cuando en la primera parte pudieron bebérsela entera, sentenciar la eliminatoria y convertir casi en un trámite con fiesta de ascenso un partido de vuelta que ahora será mucho más difícil. Pero la ley del fútbol nunca perdona a los que perdonan y el Cerro de Reyes perdonó.

En la primera parte, el equipo de Tinín toreó a un torito que parecía un becerro, demostrando ser muy superior, pero no entró a matar, dando muchos capotazos y sin acabar la faena, para desaprovechar siete ocasiones de gol, algunas de ellas clarísimas.

La primera a los 8 minutos tras un pase de Pierucci a Tiago que se va por la izquierda pero su disparo lo despeja el meta. La segunda a los 19 en un centro por la derecha de Odi que cabeceó fuera Pierucci. La tercera a los 21, en un pase de Tiago a Golo que remata a las manos de Pinzón. La cuarta a los 24, en un contraataque tres contra dos que vuela por los aires. La quinta a los 41, en un centro de Golo por la izquierda que Pierucci totalmente solo cabecea fuera. La sexta a los 43 minutos en una internada por la derecha de José Cayado que falla en la finalización. Y la séptima a los 44, en un gran disparo de Jaime que despeja de puños Pinzón.

Y LLEGO EL GOL Aún así, la bola entró en la primera oportunidad de la segunda parte, queriendo ser justa con quien se lo había merecido. Fue en el minuto 50 en un centro de Golo de rosca por la izquierda que peina Pierucci al segundo palo y Jaime en la línea de gol remata a la red. Era el 1-0, que pudo aumentar en una falta lanzada por Belfortti y atrapada por el meta o en un contraataque desaprovechado por Tiago.

Pero el Varea ya se había aprendido la lección. Dejó de ser un equipo inocente atrás y sacó el repertorio de las precauciones, para replegar líneas y evitar el chaparrón del que se había librado en los primeros 45 minutos.

A las palabras justicia e injusticia las separan sólo dos letras. Tras un posible penalti de Jaime a Olavarrieta, el jugador de más calidad del equipo riojano, a los 69 minutos, éste realiza una jugada por la derecha con Felipe en fuera de juego, el árbitro asistente levanta el banderín y después lo baja, y Felipe remata a la red en un gol que no debió subir al marcador al ser fuera de juego de libro.

Y así se escribió la crónica de un partido que a partir de ese momento no existió, con el Cerro tocado por el tanto del empate y con una única llegada hasta el final en un pase de Golo a José Cayado que disparó y sacó Pizón. Al final, 1-1 y habrá que esperar siete cortos días y siete largas noches para saber si en la vuelta, el Cerro emulará a Clint Eastwood en la película "Sin perdón".

De todos modos, el resultado no genera alarmas sino un estado de alerta y emoción de cara a los próximos 90 minutos. La historia de las fallidas fases de ascenso cerristas nos recuerda que el equipo pacense suele hacer mejores partidos fuera que en casa, salvo un 2-0 ante el Bollullos (temporada 03-04), al que superó para caer en la ronda decisiva ante el Arenas por 1-2. En campañas sucesivas, en el José Pache 0-0 ante Los Barrios y 0-3 frente al Almansa (04-05); 0-2 frente al Toledo (05-06), y 2-1 ante el Alcalá (06-07).

Ahora en Logroño tienen la sartén por el mango, pero éste puede quemar. El 1-1 no refleja que el Cerro es mucho más equipo que el Varea. Ayer unos fantásticos 3.000 aficionados pacenses, que como siempre tuvieron un comportamiento ejemplar, hermanándose con la corta afición riojana, se quedaron con la miel en los labios del triunfo que pudo ser y no fue. Pero ya lo dice Miguel García, de la peña José Pache. "El sueño es posible y lo vamos a disfrutar".