El kárate extremeño atraviesa una clara evolución. Este arte marcial con nombre propio cada vez tiene mayor protagonismo dentro de la comunidad autónoma y así se reivindica cuando los representantes regionales aparecen en las competiciones nacionales. La última gran cita tuvo lugar en el campeonato de España para participantes cadetes y junior. ¿El resultado? Dos medallas, sensaciones muy halagüeñas sobre el futuro y fuerzas para seguir moldeando a claras estrellas en potencia.

María del Valle Naranjo, una joven emeritense de 16 años, dio la campanada y exhibió su técnica y garra en la modalidad de kumite sobre 60 kilogramos. Sobre el tatami mostró en cada uno de los combates por qué destaca como una de las deportistas más prometedoras no sólo en el circuito autonómico, sino también a nivel nacional.

Ya avisó en la pasada edición cuando quedó en tercera posición en su primera aparición en el nacional.

María del Valle Naranjo ha vuelto a llamar la atención ante los rectores del kárate nacional, que ya se fijan en su imponente físico.

OTRO EXITO REGIONAL

No obstante, las alegrías no se limitaron a la karateca emeritense, ya que que Manuel Rasero obtuvo de nuevo este año un meritorio tercer puesto.

El bronce conseguido este año en Burgos le confirma como un deportista muy a tener en cuenta. La medalla la obtuvo en la categoría kumite para karatecas de menos de 70 kilogramos y sólo fue apeado en el penúltimo escalón de la competición. El tercer lugar resulta un premio merecido y Rasero ya sueña con coronarse en próximas ediciones.

Los dos medallistas extremeños son habituales en la selección nacional y con sus laureadas actuaciones confirman por qué tienen que seguir siendo convocados para competiciones internacionales.

En conjunto, el combinado autonómico apunta una evolución marcada respecto a etapas anteriores y los miembros de la federación extremeña se muestran ilusionados.