La historia vuelve a repetirse y cuando han llegado las primeras lluvias otoñales, el pabellón vuelve a sufrir el problema de las goteras, lo que impide al Plasencia de Rafa Gomáriz entrenarse con normalidad, ya que aparte de tener que sortear los cubos y los trapos se corre el riesgo de sufrir incidentes en forma de caídas o lesiones, algo que ya ocurrió en temporadas pasadas.

El martes pasado, el base Javier Zaldive que no pudo entrenarse por un problema de lumbalgia y dedicó la sesión a ir limpiando el parqué con una fregona, en una imagen impropia de un club profesional. El hecho de que sean los propios jugadores y los técnicos los que dediquen su tiempo a estos menesteres viene dado por la falta de empleados municipales.

La parte más afectada es la canasta sur, donde ya se está levantando el parqué ante tanta humedad. El pabellón es propiedad municipal y desde su inauguración viene sufriendo este problema. Las demandas de mejora fueron prometidas en su día por las autoridades municipales y autonómicas, pero lo único que se ha reformado son los sótanos.

Gomáriz prepara el duelo frente al Qalat, tras la victoria en Córdoba, en el que el cubano Silvestre sufrió el árbitraje y al que esta semana se alecciona para que tenga menos dificultades.