Ismael Díaz,cantera y cartera

Hace un año que el director deportivo-entrenador del Cacereño, Ismael Díaz, acompañado de una de las personas más respetables de ese club, Juan Ojalvo, reunió a directivos de clubs de Cáceres y pueblos de los alrededores. Expuso su proyecto y la importancia que tenían para el Cacereño estos equipos para ser la mejor cantera. Se firmaron unos convenios.

Luego, Díaz en la prensa nos transmite su forma de entender el fútbol, la importancia social de éste y de la cantera en un discurso muy bonito, pero que no acompaña con hechos.

Quizás quiera convencernos que cuidar la cantera es ceder a un joven con el que no se cuenta y que quiere marcharse a otro club --colaborador en este caso o filial independiente según otra versión--, haciéndole firmar un contrato en el que una de las cláusulas le impide jugar ante el Cacereño B, con una sanción de 60.000 euros si la incumple. Los que ponen estas cláusulas, ¿piensan en el jugador, en cuidarlo, en formarlo, en que esté feliz? Me pregunto si para ellos es más importante el resultado deportivo del filial o la formación de jugadores. Esto no es fomentar la colaboración con los clubs modestos ni tratar bien a la cantera.

Podría llegar a entenderlo puesto que las barbaridades en el mundo del fútbol nos tienen curados de espanto, pero es incomprensible que si por las mismas fechas el Cacereño cede otro jugador a un equipo de Tercera no le impida enfrentarse al filial verde. ¿Qué diferencia hay entre el Amanecer y el Sport Villanueva y qué diferencia hay entre Pulido y Luisma?

Quizás sólo tenga una explicación. En el fútbol hay dos tipos de personas: las que entienden esto como un negocio, en el que los jugadores son mercancía, y los románticos, que piensan que el fútbol es un sentimiento. En manos de estos últimos los clubes y la cantera funcionan. En manos de los primeros sólo funciona la cartera.

FELIPE HOLGADO NEVADODirectivo del Amanecer-Sierra de Fuentes y exsocio del Cacereño