Un protagonista de los premios ´Espiga´

Hoy, después de varios días viviendo en una nube, he bajado y piso suelo. Analizo lo acontecido desde que nos concedieron uno de los premios al trabajo presentado. Y es que a mis 45 años pensé que en la vida las emociones fuertes habían acabado para mí. Que ya nada iba a alterarme hasta el extremo de emocionarme fuertemente por algo, pues a lo largo de lo vivido uno ya ha sentido todo tipo de alegrías y tristezas que te hacen pensar que se ha llegado al límite. Pero el día a día te enseña que nunca se ha vivido lo suficiente.

Han tenido que ser los ´Premios Espiga al deporte´ los que me enseñen que aún no me conocía lo suficiente. Jamás pensé que viviría unos momentos tan emocionantes y llenos de alegría en la finca El Toril. Martín Fariñas, con sus palabras valorando el premio, me puso el nudo en la garganta. Habían captado el mensaje que quería transmitir en el proyecto. Y creo que al leerlo había sentido lo que yo sentía. Realmente me emocionó.

Prometo que jamás pensé recibir un reconocimiento tan magnífico como estar entre los tres mejores proyectos presentados. Jamás pensé que tanta gente sentía alegría por mis alegrías. Que tanta gente apreciaba el trabajo desempeñado en el deporte. Y que tendría tantas manifestaciones de apoyo, en estos momentos en que una Entidad (Caja Rural de Extremadura), la Consejería de Cultura de la Junta, y un jurado habían valorado positivamente la iniciativa creada para fomentar un deporte distinto y desconocido en la comunidad.

Agradecer al presidente de la Caja Rural de Extremadura, a la Junta y al jurado su reconocimiento y espero continúen con esta iniciativa para poder dar a conocer el esfuerzo de clubs, asociaciones, particulares para intentar mantener y mejorar el deporte en nuestra comunidad y ójala durante muchos años puedan transmitir sensaciones y emociones tan fuertes. Gracias a todos y especialmente a mi familia por el apoyo prestado.

ANTONIO FUENTES. Montijo