Al presidente del tenis de mesa extremeño

Señor presidente:

Iré directamente al grano: su actuación haa logrado quitar a mi hijo de ocho años la ilusión por el tenis de mesa. Enhorabuena, sé lo que le ha costado porque conozco el entusiasmo de mi hijo por este deporte, aunque apenas levante por encima de la mesa. Con decirle que, pese a encantarle el fútbol, cuando tuvo que optar por uno u otro deporte por incompatibilidad de horarios, no lo dudó, y siguió con la raqueta, y día tras día me agotaba contándome sus entrenamientos, lo que aprendía, cuando perdía y cuando ganaba.

Ya no será así gracias a usted. La última gota, la que ha colmado el vaso y le ha quitado el resto de ilusión ha sido lo ocurrido el domingo 26 en la concentración de Navalvillar de Pela. Un desastre. Tuvo que levantarse --ilusionado a pesar del madrugón-- a las 5 de la mañana. Sí ya sé que oficialmente eran las 6, ¿pero no cayó usted en que esa noche cambiaban la hora y tendrían una menos de descanso? ¿Por qué, pese a que se le dijo, no se jugó el sábado? Ya sé por qué, y se lo diré más adelante.

Como le decía, se levantó a las 5 y tuvo que tragarse dos horas y pico de autobús.

Al llegar allí, la confusión. Había 16 mesas, pero sólo se jugaba en la mitad, por la horrorosa organización, ya que no se habían asignado mesas conforme se pasaran rondas (usted estaba allí y sabe que es así). El resultado: desconcierto, esperas interminables, agotamiento de los chavales,... Mi hijo llegó a cuartos, y aún así, a las 3 de la tarde ya había terminado. Pero entonces tuvo que esperar a que terminara la competición entera, y no se subió al autobús hasta cinco horas después. Imagínese cómo llegó a casa a eso de las 10 de la noche. Imagínese cómo estaba al día siguiente cuando tenía que ir al colegio.

Ahora voy a lo de jugar en domingo. Se hace así (usted lo sabe) porque usted se ha empeñado (¿para ahorrar?) en que todas las categorías: benjamín, alevín, infantil, juvenil, sub-21 y absoluta, jueguen el mismo día, y claro, los mayores participan en ligas que se juegan los sábados.

Para colmo, mi hijo, y el resto de chavales, tuvieron que presenciar el bochornoso espectáculo de su enfrentamiento con otro directivo de la federación, que a poco termina a golpes. Muy edificante para los deportistas de base.

¿Usted cree que es de recibo tener a niños de ocho y diez años desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche para jugar dos o tres partidos? ¿No se le ocurre pensar en que hay que mimar la cantera, no porque vayan o no vayan a jugar en grandes ligas, sino porque el deporte forma parte de su educación? Si es así, lo está haciendo justo al revés. Ya cuenta con un jugador menos. Yo no le he dicho nada, fue él quien, nada más bajar del autobús, cayéndose de sueño, me dio la raqueta y me dijo: nunca mais .

JUAN C. ZAMBRANO. Mérida

El Cacereño,ese desastre

Valga esta breve reflexión (no merece más): nunca he visto nada igual, ni siquiera en Cáceres, donde el fútbol nunca ha sido nada. Pero lo de esta temporada clama al cielo: Ojalvo es un pelele, el entrenador un desastre y lo del presidente es... incalificable.

J. SANCHEZ. Cáceres