Desde que Pelé lo hizo eterno, en 1962 y 1963, el Santos no ganaba una Copa Libertadores. Tuvo que esperar hasta ayer, hasta que apareció la generación de Neymar y Ganso, dos brillantes talentos, para reescribir su historia moderna en una final con el Peñarol uruguayo (2-1) que evocó lo mejor del fútbol suramericano. Y lo peor. Acabó a patada limpia, ensuciando con un lamentable batalla campal la tensa final del campeonato suramericano.

El Santos de ¿Neymar? --el Madrid va loco por ficharlo-- será el gran rival del Barça en Japón, en el Mundial de clubs que se disputará en diciembre. Messi contra Neymar. El duelo está servido. A no ser que se produzca antes y en España en caso de que Florentino Pérez quiebre la resistencia del Santos a desprenderse ahora mismo, sin esperar al invierno, de ese joven irreverente de 19 años que ha devuelto la alegría al pueblo santista.

GOL, CHUPETE Y PATADA En la madrugada del jueves, el Santos conquistó la cima de América en un partido lleno de incidentes que terminó con graves altercados. En Neymar quedaron representados. Marcó un gol, lo celebró haciendo el gesto de llevarse el chupete a la mano (será padre de Matheus, hijo de una exnovia suya que era menor de edad) y terminó pateando a jugadores del Peñarol durante el tumulto.

La duda radica, sin embargo, en saber si estará Neymar en Japón. El Madrid no quiere pagar los 45 millones de euros que fija su cláusula de rescisión.

"Si depende de mí, ellos se quedan", dijo Luis Alvaro de Oliveira, el presidente del club brasileño, en referencia a Neymar y Ganso, cuya cláusula de salida está tasada en 50 millones de euros. "El mayor negocio que pueden hacer en sus carreras es quedarse aquí hasta el Mundial del 2014 en Brasil", añadió.

Neymar ha logrado 19 goles en 30 partidos y su fútbol ha evolucionado casi al mismo tiempo que su cuerpo: mide cuatro centímetros más que en el 2009 (pasó de 1,70 a 1,74) y ha adquirido 11 kilos de masa muscular: de 53 a 64 kilos. Pero su rebeldía le hace dar incluso violentas patadas a su propio fútbol.