Pocas excusas tiene un 6-0 en contra, el del Mérida en Melilla, y el propio entrenador, Fabri González, tampoco buscó ninguna al final reconociendo que "no hemos tocado bola". Pero tampoco fue un viaje muy positivo para la expedición romana que algo tuvo que sentarle mal a la gran mayoría en la cena del sábado, pues muchos sufrieron un ataque de gastroenteritis antes y después del partido. Hasta el utillero se pasó la noche vomitando.