Será el Eurobasket que vuelve a situar a Serbia y Montenegro en el mapa del deporte, después del conflicto que llevó a la desmembración de la antigua Yugoslavia en la década de los 90. Será el Eurobasket en que España afrontará el reto de jugar sin Pau Gasol, el faro que la ha guiado desde el 2001. Será un Eurobasket que se presenta sin un favorito claro (quizá el anfitrión por serlo y por su prestigio) y con muchos candidatos a las medallas. A partir del viernes, y con 10 días por delante, 16 equipos pelearán por suceder en el palmarés a Lituania, campeona en Suecia 2003.