Gran susto en el Arroyo. Su jugador Manuel Sánchez Lolo tuvo que ser operado de urgencia en la madrugada del domingo al lunes en Jaén por una perforación en la boca del estómago. El jugador, que desde ayer por la tarde está ya ingresado en planta (estuvo toda la mañana en reanimación), deberá permanecer otros tres o cuatro días en observación en la ciudad andaluza, donde está acompañado por su familia, antes de volver a Almendralejo, su localidad de residencia. Según los médicos, como contó Juan Manuel Barroso, secretario técnico del club, la convalecencia mínima en este caso de dolencias es de ocho a diez semanas, por lo que el almendralejense se perderá los cinco partidos que le restan a la campaña.

Lolo llevaba algunos días con molestias en el abdomen, "aunque no por ello había dejado de entrenar; se estaba aguantando y viajó con el equipo", relató Barroso. Sin embargo, el sábado por la noche, después de cenar en el hotel de concentración del equipo, empezó a sentirse peor. "El mismo nos pidió que lo lleváramos al hospital y llamamos a una ambulancia". Después de varias horas en el hospital le diagnosticaron un cólico nefrítico y le enviaron de vuelta al hotel.

"Pero por la mañana no se encontraba mejor, seguía con mucho dolores, y decidimos que era mejor que volviera al hospital para que le siguieran haciendo pruebas", añade. Allí estuvo todo el día, donde al final le detectaron la perforación estomacal con hemorragia y alrededor de la una de la mañana entró en quirófano para ser intervenido de urgencia. "La intervención duró unas tres horas", indica Barroso, que se quedó acompañando al jugador junto al entrenador de porteros, José Manuel Romero. También están ya con el jugador su esposa y su hermano.

"Ya se encuentra mejor", dijo a última hora de la tarde de ayer Barroso a este diario. "He estado hablando con él y lo veo activo, aunque hay que esperar para ver cómo evoluciona". "Por suerte está bien, que es lo que importa. Lo demás, es secundario", recalca el secretario técnico del Arroyo.