El factor alero será una de las claves para que el Cáceres pueda conquistar mañana Granada. La lesión de Francis Sánchez y la marcha de Mark Payne al Clínicas Rincón impedirán que las dos teóricas referencias en este puesto específico del rival puedan jugar.

La batería de escoltas-aleros de la que dispone Gustavo Aranzana (Forcada-Zengotitabengoa-Robles-Scott) hace pensar en que por ahí puede sufrir mucho el equipo que entrena Curro Segura. Francis no podrá saltar a la pista al estar aún recuperándose de una lesión muscular producida en pretemporada. El exalero del Cáceres se tendrá que conformar con animar a los suyos desde la grada y de paso saludar a sus amigos en la plantilla extremeña, especialmente a José Angel Antelo y Carlos Cherry.

Mientras, la marcha de Payne ha sido una de las noticias más llamativas en la LEB Oro en los últimos días. El alero, de 2,00 y 23 años, no ha podido ser inscrito por el Granada, acogido a la Ley Concursal y sujeto a restricciones. El estadounidense se ha marchado finalmente a un Clínicas acuciado por las palizas que está recibiendo en el inicio liguero.

Teóricamente, el Granada solamente tiene a dos hombres en esa posición. Uno, Roberto Guerra, es un alero de postín, pese a ser una eterna promesa del baloncesto nacional. El joven Manu Rodríguez (20 años) aparece como alguien con talento y buena mano, pero se piensa que aún puede ser complicado que asuma mucha responsabilidad en el mermado equipo andaluz. De cualquier manera, sus estadísticas no mienten: es el jugador más valorado del equipo (39 puntos, tres partidos) y sus cifras en el tiro exterior son espectaculares: 9 de 14, justo lo contrario que Guerra, que no ha anotado los siete que ha protagonizado.

El factor alero no puede ser excluyente de lo que pueda suceder bajo aros. El dulce momento por el que pasan tanto Leon Williams como José Angel Antelo, sin duda la pareja dominante de la competición, hace que el Cáceres piense que en el encuentro ante el Granada aparezca en el horizonte con optimismo, que no confianza.