La cita era a las 20.30 horas y, como se preveía, Antoine Griezmann no se presentó. Su abogado había adelantado oficialmente al Atlético que no comparecería en Cerro del Espino para comenzar los entrenamientos con el equipo. Esa fue la respuesta del delantero a la nota oficial del club madrileño del jueves que le conminaba a acudir porque aún pertenece a la entidad.

Griezmann, mediante su representante legal, hizo algo más que avisar de su ausencia: garantizó que pagaría la cláusula. La comunicación oficial era un trámite que, a la vez, le eximía de presentarse. Mediante ese compromiso contraído por su abogado, el futbolista dispone de varios días para pagar los 120 millones de euros que le liberan del contrato en la Liga de Fútbol Profesional (LFP). La nota oficial del Atlético surtió su efecto para meter presión al jugador y al Barça.