Después y antes de reunirse a cuenta de Antoine Griezmann, Barça y Atlético mantendrán otro tipo de relación. Aparte de los contactos personales que serán imprescindibles para alcanzar el acuerdo final de la operación -si será el pago de la cláusula, si será traspaso, si entrará Nelson Semedo en el trasvase, quién, cómo y cuándo cobrará las comisiones-, van a representar una escenografía de gestos, con intercambio de declaraciones y notas para entretener a las hinchadas y presentarse como brillantes gestores nunca vistos antes en sus respectivos clubs.

En un nuevo serial veraniego, el Atlético citó a Griezmann para que se presente este domingo ante Diego Simeone para iniciar los entrenamientos con el resto de sus todavía compañeros. A pesar de que sabe con toda seguridad desde el 14 de mayo -porque lo adelantó personalmente el jugador-, e indiciariamente desde marzo, que el delantero ha decidido irse. Y que quiere fichar por el Barça, según comunicó la agente de Griezmann y se confirmó en una reunión que hubo el jueves entre Miguel Ángel Gil Marín y Òscar Grau, representantes de cada club.

Griezmann no tiene intención de presentarse a la cita. Y no se presentará por mucho que tenga contrato en vigor con el Atlético, ya que no ha sufragado la cláusula de 120 millones para liberarse del compromiso. Su club, precisamente, le exige que acuda y se entrene mientras él o el Barça no paguen. Griezmann solo contemplaba acudir al inicio de los entrenamientos del Barça el 14 de julio.