Había ganas de fútbol sala. Había ganas de esas jugadas con miles de visionados después en las redes sociales. Había ganas de goles. Pero no, las más de cinco mil personas que acudieron al Multiusos de Cáceres tuvieron que conformarse con cuatro tantos. Y eso se tradujo en un público frío, que entre el himno (con el clásico «lo, lo, lo, lo» sonando) y los minutos finales (cuando se animó el partido) apenas se dejó notar cuando protestaban alguna dura entrada a los españoles. Y entre medio, claro, el homenaje a Paco Sedano. Ese sí fue un momento álgido, donde todas las gargantas gritaron al unísono el nombre del exportero internacional con España y campeón del mundo.

De la animación se encargó una charanga. Sí, como esas que suenan en las fiestas de los pueblos. Con un extenso repertorio (no faltó el clásico de los clásicos, Paquito el chocolatero) estuvo especialmente activa durante la primera mitad, cuando el dominio de España fue mayor. Sus intervenciones fueron menos en la segunda parte, pero surgieron en los momentos clave, cuando la selección española más lo necesitaba, cuando el acoso de los brasileños era mayor.

Entre parte y parte el equipo de gimnasia rítmica de El Perú Cáceres Wellness hizo una exhibición. Justo antes de la que se disponía a dar Brasil, que en los vestuarios se despertó, se dio cuenta que era un amistoso en el que no se jugaba nada y que había que ofrecer un gran partido a la afición. Y lo hicieron con la ayuda de los españoles. Mañana, la segunda parte.