Cacereño y Arroyo quieren jugar la próxima temporada en el Grupo I de Segunda División B. El debate no es nuevo. Todos los años a estas alturas los equipos tienen dudas sobre el grupo en el que jugarán. Cuestiones económicas y deportivas son las que esgrimen los dos representantes extremeños para defender esa postura. El Arroyo, incluso, tiene previsto solicitarlo por escrito a la Federación Española de Fútbol, y le ha pedido al Cacereño hacer ese escrito de forma conjunta, petición a la que aún no ha respondido la entidad verde.

La composición de los diferentes grupos podría decidirse el próximo martes día 9, cuando tiene previsto reunirse la asamblea de la Federación Española para sortear los calendarios de Primera, Segunda y, previsiblemente, Segunda B.

Los equipos extremeños ha jugado las dos últimas temporadas en el Grupo IV, donde predominan los equipos andaluces. En las dos campañas anteriores lo habían hecho en los grupo I (2010-2011) y II (2009-2010).

En el Grupo I suelen estar los equipos madrileños, los canarios y los de la zona noroeste de la península. Después de los ascensos y descensos, la Comunidad de Madrid tiene seis representantes (Leganés, Real Madrid C, Fuenlabrada, Atlético B, Getafe B y Puerta Bonita), los mismos que Castilla y León (Guijuelo, Zamora, Burgos, Cultural Leones y el que sustituya a la desaparecida UD Salamanca) y Conquense. Hay cinco equipos gallegos (Coruxo, Ourense, Celta B, Racing de Ferrol y Compostela) y uno canario (Las Palmas Atlético). Entre todos suman 18, que con Cacereño y Arroyo harían los 20.

El grupo IV, que históricamente se ha caracterizado por ser de los más fuertes, deberían estar compuesto por los doce andaluces (Lucena, Almería B, Linense, San Fernando, Ecija, Sanluqueño, Cádiz, Sevilla At, Algeciras, El Palo, Granada B y Xerez), dos murcianos (Cartagena y La Hoya Lorca), los cuatro castellano manchegos (Albacete, La Roda, Toledo y Guadalajara) y el Melilla, aunque les haría falta un club más para completar los 20.