Pep Guardiola quiso dejar ayer claro algunas cosas. Una, que aún no ha decidido si jugarán Ibrahimovic y Messi de entrada. Que se puede ganar al Madrid, igual que se venció al Inter, sin ambos, pero que él preferiría jugar con los dos. Que ni el viaje a Kiev ni el Mundial de Clubs, como insinuó el pasado viernes Txiki Begiristain, van a condicionar su alineación de hoy.

Tres: el Madrid se presenta como líder del campeonato y eso le acredita como un gran conjunto. "Tras once jornadas de Liga, uno no puede ser líder por casualidad. No es por llevar la contraria a nadie, pero este Madrid tiene muchas más cosas buenas que malas. Empieza a tener el estilo Pellegrini y quiere el balón, quiere controlar el partido, tiene muy buena defensa, sabe llevar la iniciativa, jugar al ataque y, por supuesto, maneja el contragolpe como pocos".

Y esa condición de líder ha calado hondo en la pizarra de Manuel Pellegrini. El entrenador del Madrid se ampara en esa situación de privilegio para llegar al Camp Nou con ganas de guerra. El técnico chileno avisa de que el Madrid irá a buscar el partido y que jugará al ataque. "Lo haremos con nuestras armas, que son distintas a las del Barcelona pero tan buenas como las suyas", recalcó el máximo responsable del banquillo blanco.

Las armas con las que cuenta Pellegrini no parecen incluir nada especial que se aleje del sistema habitual de su equipo. "No vamos a perder lo que hemos inculcado desde el comienzo. Ya veremos cómo vamos a frenar las individualidades del Barcelona, pero no lo haremos a costa de creer que es superior a nosotros", mantiene el entrenador chileno.