Tras derrotar al Sevilla en el partido de vuelta de la Supercopa de España (4-0), el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, dedicó el título a toda su plantilla, "especialmente a los que no han podido jugar" y recordó que a su equipo "aún le queda mucho trabajo por delante".

"Hemos hecho las cosas bien, haciendo que el Sevilla no pudiese jugar, pero sabemos que todavía nos queda mucho trabajo por hacer. No estamos ni mucho menos en el mejor momento de la temporada, pero lo más importante es poder jugar este título, y ganarlo siempre viene bien para reforzar el ánimo", dijo.

"Aún nos queda mucho por trabajar para coger la forma", comentó Guardiola, especificando incluso que jugadores como Xavi, Iniesta o Messi "saben que aún no están a tope".

"Pero los gestos del equipo eran de querer ir a ganar el partido, en este equipo eso está asegurado porque la actitud siempre es inmejorable", añadió.

Destacó la "buena circulación y salida de balón" de su equipo e insistió en que es "demasiado pronto para valorar lo que será la temporada". También aseguró que "no hay ninguna duda" de que Villa se adaptará "sin problemas" al juego del equipo.

RESIGNACION Mientras, el entrenador del Sevilla, Antonio Alvarez, reconoció que el Barcelona fue "totalmente superior" hasta el punto de convertirse en una "avalancha". Incluso pidió perdón a los aficionados del Sevilla desplazados a Barcelona y reconoció que su equipo "ha dado mala imagen" en el Camp Nou.

"Hemos corrido y lo hemos intentado, pero ante esta avalancha no hemos podido hacer nada", comentó el técnico, convencido de que la "verdadera guerra" de su equipo será el próximo martes, ante el Sporting de Braga, en la previa de la Liga de Campeones.

"El martes entrará gente de refresco y formaremos un equipo de garantías para intentar pasar la ronda", prometió. Además, el entrenador andaluz reconoció que la victoria del Barcelona, "un equipazo", no tiene "nada que objetar" y que su equipo intentó "presentar más batalla, pero no pudo ser".