El Bayern de Múnich acabó con los sueños del Benfica y logró el pase a semifinales en un partido que se le puso cuesta arriba y en el que por momentos lo pasó mal, víctima de sus fallos ante el portero local, un ayer acertado Ederson. Al final, 2-2 (1-0 en la ida) y los alemanes entrarán como favoritos en el bombo junto a Madrid, Atlético y Manchester City.

Los germanos remontaron el tanto inicial de Raúl Jiménez antes del descanso y prácticamente cerraron la eliminatoria recién comenzada la segunda mitad, pero erraron numerosas oportunidades ante un equipo, el portugués, que vendió cara su piel toda la eliminatoria.

Por si tuviera poco el Benfica con medirse a un 'gigante' como el Bayern, por si no fuera suficiente estar obligado a remontar el 1-0 de la ida, el conjunto lisboeta se plantó ante su afición con un once plagado de suplentes por las bajas.

A la sanción del goleador Jonas, se sumó la ausencia del mediapunta argentino Gaitán por lesión y a última hora también la del delantero griego Kostas Mitroglou. Los tres, titulares indiscutibles y responsables de todo el peso ofensivo del equipo.

Del lado del Bayern, la única sorpresa fue la decisión de Pep Guardiola de dejar en el banquillo a Lewandowski.

Los locales no se arrugaron, llevados en volandas por una hinchada entregada desde el minuto uno. Aguantaron el envite, bien replegados atrás, sin renunciar a la presión y preparados para salir a la contra, pese a que le costó reunir suficiente gente para aproximarse al área de Neuer.

Estaba el Bayern merodeando el gol, cuando el Benfica le asestó un golpe inesperado. Corría el 26, Eliseu aceleró por el carril izquierdo, hizo una diagonal y metió un centro milimétrico a la espalda de Javi Martínez y Alaba. La inoportuna salida de Neuer y la cabeza del mexicano Raúl Jiménez bastaron para igualar la eliminatoria.

Cuando peor pintaban las cosas para los de Guardiola, empataron. Un gran despeje de Ederson para salvar una clara ocasión de gol rival llegó a Arturo Vidal en el borde del área, que de potente zurdazo y con el portero por los suelos volvió a poner por delante a los bávaros.

En la reanudación, el conjunto portugués quiso continuar siendo un equipo ordenado, sin buscar alocadamente el gol, mientras el Bayern seguía a la suya, dominando y en la búsqueda de algún hueco. Su estrategia se desarboló a los pocos minutos, cuando Müller aprovechó un gran pase de cabeza a la salida de un córner de Javi Martínez (1-2).

Grogui, las ocasiones comenzaron a sucederse para los germanos. Ederson estuvo listo en el 53, cuando arriesgó hacer penalti para sacarle el balón a Douglas Costa y evitar que éste pusiera la puntilla. Los alemanes perdonaron, y el Benfica sacó provecho. Al menos empató el partido por medio de Talisca. Pequeño consuelo.