La campaña electoral del Barça empieza con la proclamación oficial ayer de los candidatos tras la validación de las firmas. Y empieza con un grado de intensidad alto por la mayor virulencia de los mensajes de cada candidatura. Especialmente desde la que lidera Marc Ingla, que arremetió con dureza contra Sandro Rosell, el principal favorito por ser el aspirante que obtuvo mayor cantidad de avales. Con el argumento de defender su honor por la demanda que Rosell le interpuso al denunciar que una de sus empresas era objeto de una investigación judicial en Brasil, Ingla profetizó el grave peligro que corre el Barça si su antiguo compañero de junta gana las elecciones. "Se lo cargará todo", vaticinó.

En una jornada marcada por el final del recuento y la verificación de las firmas, Ingla acusó a Rosell de practicar el juego sucio al interponer una demanda contra él y de mentir. "Su empresa de Brasil está involucrada en un proceso judicial", insistió, aportando documentación fotocopiada y traducida del ministerio público brasileño. "No tiene credibilidad", dijo Ingla. Rosell leyó horas más tarde una nota: "Tengo la credibilidad de 13.000 socios".

Jaume Ferrer buscó otro flanco para embestir a Rosell, a raíz de unas declaraciones sobre la excesiva presencia de jugadores africanos en la cantera del Barça e insinuando que "todos" tenían más edad de la que constaba en sus documentos. El actual vicepresidente le afeó por unas declaraciones que desmienten "el civismo" y el "carácter integrador" que distingue al Barça.