Hay quien albergaba "alguna esperanza" el martes, a eso de las 21.30 horas, saliendo de la asamblea del Arroyo en el Corral de Comedias. Pese a la claridad con la que se expresó Juan Bermejo a la hora de anunciar su "dimisión irrevocable", se creía que en los próximos 15 días el presidente podía cambiar de opinión, como ocurrió en años anteriores.

Sin embargo, el entorno de Bermejo es ahora más pesimista, una vez que el problema ha derivado en un enfrentamiento nítido con el consistorio. La espoleta ha sido el comunicado hecho público ayer por el equipo de Gobierno que encabeza la alcaldesa, Isabel Molano.

"Los argumentos del presidente sobre su dimisión por la falta de apoyo y confrontación no se sostienen desde que en la primera reunión que mantuvo con la alcaldesa transmitió su intención de dejar el club finalizada la temporada, manifestación que ha mantenido a lo largo de la temporada", se explica en la web oficial del ayuntamiento, que sostiene que "siempre" ha mantenido abierto el diálogo, "dejando a un lado las faltas de respeto y consideración que el presidente ha tenido hacia el consistorio".

Hay posibilidades, incluso, de que el club pueda tomar el rumbo de la disolución, piensan en el entorno de Bermejo, muy dolido por la 'guerra' desatada. El consistorio, que reconoce "el esfuerzo" del empresario, que ha puesto un millón y medio en 8 años, asegura que seguirá apoyando y recordó que el campo es municipal, que las inversiones en la instalación han superado el millón doscientos mil euros y que todo "se cede gratuitamente al club", que además recibe una subvención directa de 24.000 euros más otros gastos fijos de casi 30.000.

Y mientras todo ello ocurre, aficionados, técnicos, jugadores y los responsables de la cantera esperan un 'milagro', ayer un poco más lejano.