El jugador abulense del Jerez, Rubén Guillén, se encuentra en estado grave tras el accidente de coche que sufrió la madrugada del martes al miércoles cuando volvía de Madrid en su día de descanso. El futbolista se encuentra hospitalizado ahora en el hospital Infanta Cristina de Badajoz, donde, a pesar de que aparentemente su vida no corre riesgo, está vigilado por culpa de un coágulo de sangre en la cabeza y por una hemorragia interna en la zona de los intestinos. Esta es la principal preocupación de los médicos, aunque también tiene roturas en el estómago, en el tabique nasal, en la mandíbula y en un orificio ocular.

Rubén Guillén regresaba de Madrid cuando cerca de Mérida su vehículo se salió de la calzada. Eran las 4 y media de la mañana. Desde ese momento, y hasta las nueve, hora en la que fue encontrado, fuentes cercanas al club jerezano aseguran que el delantero estuvo casi siempre consciente, pero sin poder salir del coche ni hablar con su novia quien, extrañada por lo mucho que tardaba, puso a todo el mundo en alerta.

APOYO DEL CLUB La noticia del accidente de Guillén se conoció rápidamente en Jerez de los Caballeros y en el club. Desde primeras horas, directivos, cuerpo técnico y futbolistas suspendieron el entrenamiento y se dieron cita en el hospital de Mérida, donde fue internado en principio, para apoyarle en lo posible.

El presidente, Manuel Gómez Senero, sensiblemente afectado, comentaba que "estamos todos con él, pendientes de que todo acabe bien y que se pueda recuperar cuanto antes". Gómez Senero, que reconocía que Rubén Guillén había entrado en el quirófano consciente pero sin visión, afirmaba incluso que minutos antes le había estado contando lo que había pasado en ese intervalo de horas entre el accidente y la hora en la que le localizaron.