Guillermo Ordiales Barrantes (Casar de Cáceres, 18-7-1951) es, desde el pasado viernes, el 'jefe interino' del balompié regional. No había otras opciones, pero él lo asume, asegura, "con mucha responsabilidad e ilusión". La suspensión de Juan de Dios Monterde al frente de la comisión gestora ha hecho que este empresario de la construcción y enamorado del deporte de base, en el que acumula un largo y desinteresado bagaje, tome el mando de la Federación Extremeña de Fútbol hasta que haya un presidente electo.

"Gracias a mi mujer y mis hijos (tiene tres y un nieto), que me lo han consentido", dice gráficamente, lleva en el fútbol extremeño media vida: "casi 22 años", describe, buena parte de ellos en el club de su alma, el Arroyo. Ha sido vicepresidente federativo con Juan Espino y con Juan de Dios Monterde y ahora le llega este cargo coyuntural en las peores circunstancias posibles. Evidentemente, él dice que "jamás" la federación ha atravesado por este momento tan tremendo, pero al mismo tiempo lanza un mensaje en positivo: "se puede salir de ahí; puede haber soluciones para el fútbol extremeño, porque las tiene"

"Asumo la presidencia con la máxima responsabilidad. Haré todo lo posible, escucharé a todos e intentaremos ayudar a salir de esta situación en la medida de mis posibilidades", dijo ayer a EL PERIODICO.

"Juan Espino me llamaba el todoterreno. Siempre he estado ahí, colaborando, sin el menor interés. Me llevo muy bien con la gente del fútbol y prometo que lo haré lo mejor que pueda", añade Ordiales, quien cree que insiste que puede haber soluciones a una situación institucional cercana a lo caótico.

PACIENCIA "Yo llego con toda la ilusión. Con un poco de paciencia y comprensión, esto se puede arreglar. Madrid y la Junta nos pueden echar una mano. En la Federación Española pueden darnos un crédito para solucionar los problemas e ir pagándolo después con los años".

Dice el nuevo presidente de la gestora que hay que crear un clima propicio para el diálogo y la comprensión y que a ello ayudará. "En mi empresa, con lo mal que están las cosas, yo siempre me he entendido con la gente hablando y por eso he tenido todas las puertas abiertas, sin cerrarlas. Creo que soy una persona responsable y tengo paciencia. Hay que ir con la cara por delante siempre", añade.

Tipo llano y cercano, Ordiales no sabe exactamente cuánto tiempo tendrá que estar al frente del fútbol regional. "A lo mejor son dos o tres meses", sugiere pero insiste en que todo lo hará con la mejor intención. Por ejemplo, mañana lunes y martes estará en Badajoz para solucionar distintos problemas, entre ellos las fases de ascenso en categorías inferiores.

Sí tiene claro el empresario cacereño que todos los pasos se darán con la máxima transparencia y que su mayor deseo es que se normalice todo. Pero para ello tiene que pasar ahora por un trance nuevo para él, aunque evidentemente no se trate de un novato. Y menos en el mundo del fútbol, "que es mi vida", se enorgullece en resaltar.