Fuentes del Ayuntamiento de Nueva Orleans alertaron ayer de la presencia de la bacteria E.coli en las aguas que cubren la mayor parte de la ciudad. Se trata de un bacilo que se aloja en los intestinos humanos y de animales y que se encuentra con mucha frecuencia en los excrementos de vaca. Puede causar ataques de diarrea y hasta la muerte en personas especialmente vulnerables. La información fue suministrada por un funcionario municipal a la cadena estadounidense CNN, aunque el alcalde, Ray Nagin, se negó a confirmarla.

"No es seguro", precisó el alcalde de Nueva Orleans en una conferencia de prensa en la que sólo admitió que en el agua "hay toxinas" y reconoció que la ciudad "no es un entorno seguro". "Los mosquitos pican a los cadáveres y vuelven a volar", explicó. El portavoz de Salud y Hospitales de Nueva Orleans, Bob Johannsen, explicó a este diario que los expertos consideran previsible la aparición de la E.coli cuando se mezclan gasolina y aguas residuales, pero dijo que por ahora la situación no es alarmante y aún no existe el riesgo de una epidemia.