Segundo gran premio de la temporada y McLaren ha liado la primera de la temporada. Esta vez no podrán echarle la culpa a Fernando Alonso. Primera investigación de los comisarios deportivos y, qué curioso, primer roce de Lewis Hamilton con su nuevo compañero, Heikki Kovalainen. El inglés no contaba con marcar el cuarto tiempo por detrás de los Ferrari y, sobre todo, no esperaba verse superado por el finlandés. Se cabreó tanto que ni siquiera se quitó el casco tras la crono para que las cámaras no captaran su gesto agrio. Lo peor llegó después, no porque los comisarios le castigaran a él y a Kovalainen con cinco puestos en la parrilla por obstaculizar a Alonso y a Heidfeld, sino porque es la primera sanción que recibe en la F-1, el fin de su patente de corso tras un 2007 repleto de irregularidades sin castigar.

Sabedor de la velocidad de su compañero, Hamilton no jugó limpio con él y se colocó pegado a su alerón durante la crono con el fin de aprovechar su aspiración para ganar velocidad en las dos grandes rectas de Sepang. El finlandés se quejó por radio y el equipo obligó a Hamilton a separarse. Otra cosa es que dos pilotos hagan esa maniobra de mutuo acuerdo, como ocurrió con Alonso y Piquet porque el motor del bicampeón "no iba muy bien, sobre todo comparado con el nuevo de Nelsinho".

La maniobra permitió a Alonso ganar una décimas en el primer sector, más que la diferencia que le restó de quedar eliminado en la segunda ronda (96 milésimas). Sabiendo que poco podía hacer por mejorar el décimo puesto en la Q-3, Alonso cargó su coche de gasolina para disfrutar de una estrategia mejor. Eso sí, el asturiano se vio obstaculizado por los McLaren, ya relajados y de camino a su box, en su intento de vuelta rápida, algo que Heidfeld sufrió aún más. Todos fueron llamados a declarar por los comisarios, aunque Alonso fue muy elegante. "Los comisarios harán lo que estimen oportuno, pero a mí no me han afectado la posición, porque el octavo Mark Webber estaba ya a un segundo y medio y era inalcanzable". Heidfeld se mostró más contundente. "Los dos McLaren estaban en la trazada, me han obligado a frenar en y a cambiar la trayectoria, con lo que he perdido tres décimas que me hubieran dado la tercera posición en la parrilla en lugar del séptimo puesto". Por no hablar del riesgo de accidente.

SIN DISCUSION Los comisarios no tuvieron otra salida que penalizar a Hamilton, su primera sanción en la F-1, después de marcharse de rositas de un puñado de actuaciones irregulares el pasado año pasado: en Japón propició una accidente entre Vettel y Webber; en Brasil, utilizó un juego de neumáticos más de los permitidos; en Nurburgring, una grúa le sacó de la pista con él dentro; en Hungría, propició una sanción a Alonso... Se le ha acabado la bula justo cuando entre los comisarios que deciden no está, por vez primera, su amigo, Tony Scott Andrews, el comisario británico que el pasado año le salvó de todos los líos en los que se metió.