Nico Rosberg (Mercedes) afronta mañana en el circuito brasileño de Interlagos su segunda oportunidad de proclamarse campeón del Mundial de Fórmula 1vez con la certeza de que si gana la carrera el título será suyo, sin depender de nada más. Sin embargo, el gran rival del alemán, el británico Lewis Halmilton (Mercedes), parece dispuesto a apurar hasta el final sus opciones para que todo se decida en la última prueba de la temporada, el 27 de noviembre en Abu Dabi.

Hamilton encabezó ayer la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Brasil con un mejor tiempo de 1:11.895, por delante del holandés Max Verstappen (Red Bull) y del líder Rosberg, que fue tercero. El británico, obligado a ganar para evitar que su compañero de escudería y rival sea el nuevo campeón, dominó desde el arranque del primer contacto del circuito paulista de Interlagos, con el sorprendente Verstappen entre los tiempos de los dos Mercedes.

«No siento más presión de la normal», dijo Rosberg, que a sus 31 años aspira a su primer título, que su padre, Keke Rosberg, ganó en 1982. El alemán aparentemente afronta tranquilo su segundo match ball ante Hamilton, que ha sido tres veces campeón de la F-1 (2008, 2014 y 2015).

«En realidad no tengo nada que perder», declaró Hamilton en Brasil, donde nunca ha ganado. «He tenido experiencias fantásticas en Interlagos y es un desafío», añadió el piloto, que se encuentra 19 puntos por detrás de Rosberg en la clasificación.

Carlos Sainz (Toro Rosso) y Fernando Alonso (McLaren-Honda) fueron 11º y 14º, respectivamente, en una sesión sin incidentes, tiempo seco y 28 grados. H