No hace falta que el volcán del Monte Fuji entre en erupción, ya lo ha hecho Lewis Hamilton al pie de la mítica montaña. El inglés carga un día sí y otro también contra Fernando Alonso. No solo le acusa de todo, sino que le amenaza con juego duro en la pista. Es su estrategia para frenar la remontada de su compañero, al que ya siente en su cogote (solo dos puntos les separan). Ese es el cuadro en McLaren ante el Gran Premio de Japón que arranca a las 06.30 horas de la próxima madrugada (Telecinco) y en el que Kimi Raikkonen acecha cualquier oportunidad para dar otro zarpazo que le acerque a los líderes del Mundial.

Los entrenamientos libres dejaron ayer constancia de la igualdad entre Ferrari y McLaren y, sobre todo, de la gran complejidad de un trazado nuevo para todos. "Es realmente difícil, con muchas curvas ciegas. Pruebas por un lado, por otro, con una marcha, con otra, pero es difícil encontrar el punto", dijo Alonso, segundo en la tabla de tiempos, a dos décimas de Hamilton.

ACOSO Y DERRIBO Eso es lo único que ocupa a Alonso: encontrar los mejores reglajes, la mejor trazada, las referencias de frenada y una buena estrategia. Lo demás, le resbala, incluida la campaña de acoso y derribo emprendida por Hamilton. Si el inglés amenazó al español el jueves con sacarlo de la pista en la primera curva, ayer recitó una letanía de acusaciones. "Yo era un novato y él un doble campeón que venía al equipo, pero creo que yo me he ganado más el respeto de todos", dijo. "Con lo que ha ocurrido en las últimas semanas ellos saben quién está con el equipo y quién está en contra", explicó respecto al espionaje entre McLaren y Ferrari. "Llegamos a Spa y él estaba sentado allí, riendo y bromeando. No lo entiendo, la verdad", añadió. Y fue aún más allá. "Quiero ganar de forma limpia. No quiero tener que acudir al equipo para que me ayuden".

Al oír esas palabras, Alonso sonrió. "Tengo mi opinión sobre todo esto, pero me la guardo", contestó. Y Hamilton insistió: "Alonso no es la persona que creía que era, pero las cosas son así". Al bicampeón no le sorprenden las palabras de su compañero ni su forma de actuar desde que le vio discutir con Ron Dennis delante de los comisarios en Hungría. "Pero eso es un tema pasado", explicó.

Hecha esta observación, el asturiano volvió a lo que le interesa. "No es fácil encontrar los mejores reglajes", advirtió. Alonso afirma que está en su mejor momento: "A principio del año tenía aún mucho que aprender del coche, de los neumáticos, de todo, ahora me siento mas cómodo. Quizá antes tenía algo más de ilusión, pero a la hora de competir siempre das el máximo". Un trazado difícil, muchos reglajes por encontrar, una estrategia por definir... y la posibilidad de que llueva.