Si estaba triste por su ruptura con Nicole Scherzinger, lo disimuló; si se ha consolado con Rihanna, no se sabe. Dejó en casa a su perro Roscoe, ese que paseó como una estrella del rock por el paddock de Mónaco, y Lewis Hamilton se centró en lo suyo, en correr como un rayo, en solucionar los problemas de adaptación a los frenos del Mercedes para detener el coche en el último momento, en adelantar a la primera con hachazos que dejaron secos a Jenson Button y Mark Webber para no perder ni un segundo en su camino a la victoria que preparó con una espectacular pole . El inglés ha vuelto a lo grande, con su primer triunfo en Mercedes que le incrusta en la lucha por el título, a 48 puntos del líder Sebastian Vettel.

"Si hemos ganado aquí, con este calor, en un circuito que degradaba tanto, podemos ganar en cualquier sitio, así que sí, podemos luchar por todo", dijo en el podio, jaleado por miles de fans. "Es increíble. Es una de las victorias más importantes de mi carrera, es la primera con este gran equipo", añadió el reluciente vencedor. Viendo como anda McLaren de perdido y cómo Mercedes ha ido, paso a paso, para situarse entre los mejores, se entiende mejor la que, en su día, pareció una extraña decisión para cambiar de equipo.

De McLaren a Mercedes

Mercedes ha ganado tres de las últimas cinco carreras. Nico Rosberg lo hizo en Canadá y Silverstone, y Hamilton en Hungría, donde logró su tercera pole seguida. El inglés hubiera vencido también en Gran Bretaña de no haber sufrido la desintegración de una rueda cuando era líder. Sí, las flechas de plata vuelven a volar.

Solo faltaba la primera victoria de Hamilton y llegó en su circuito fetiche. "Durante la noche estudiamos mucho sobre la gestión de los neumáticos y creo que los dosifiqué muy bien". Esa no era la mejor virtud de Hamilton hasta ahora, pero ha sabido unirla a su velocidad a una vuelta y a su capacidad para adelantar. Arrancó perfecto desde la pole , tiró a ritmo de crono en los primeros giros, y al regreso de los cambios de ruedas no perdió ni un segundo en deshacerse de Button después de la primera parada y de Webber tras la segunda. Dos hachazos increíbles en una ratonera como Hungaroring. Que se lo digan a quienes le perseguían: Kimi Raikkonen empleó 20 vueltas en superar a Felipe Massa y Vettel estuvo 13 taponado por Button. "La carrera se decidió ahí", confesó el alemán, que llegó a tocarse con el McLaren en su último y fracasado intento por superarle antes de la última parada.

No, no es fácil adelantar en Hungaroring. Romain Grosjean puso las cuatro ruedas de su Lotus fuera de la línea para adelantar a Massa sin devolver la posición al brasileño, probablemente no se dio cuenta, pero le costó igualmente una sanción, un paso por boxes, que le impidió pelear el podio.

Ni Grosjean ni Vettel conocen los atajos que conoce Hamilton para adelantar en Budapest. Aún era piloto de GP2 en el 2006, salía último en la parrilla y remontó hasta la segunda plaza con 23 adelantamientos, lo nunca visto en este trazado. Un año después, repitió triunfo en su debut en F-1, y volvió a hacerlo en el 2009 y el 2012. Cuatro triunfos, algo que nadie ha logrado en este trazado inaugurado en 1986.