La salida de James Harden de los Houston Rockets parece ya solo cuestión de tiempo. Quizás días. La estrella de la NBA, según los medios estadounidenses especializados, acaba de rechazar una oferta de más de 50 millones por temporada, la extensión que le ofrecía el club texano para que continuara como referencia de la franquicia. En concreto, 103 millones por dos curso más. La cantidad y la decisión de Harden ha corrido de boca en boca entre sus compañeros de profesión. ”¿He leído correctamente? De verdad, ha dicho sacadme de aquí”, tuiteó CJ. McCollum, una de las estrella de los Portland Trail Blazers, asombrado por la magnitud de las cifras.

La estrella de los Rockets ha encendido un mercado abierto apenas 24 horas antes y que ha empezado con algunos intercambios sorprendentes, como el ya confirmado de Ricky Rubio y Chris Paul entre los Phoenix Suns y los Oklahoma City Thunder, el deseo de Russell Westbrook de abandonar también Houston, o el interés de los campeones Lakers de incorporar al base alemán Dennis Schroder.

'BIG THREE' EN BROOKLYN

De haber aceptado la propuesta de ampliación, Harden (con dos años firmados aún por delante) se habría convertido en el primer jugador de la Liga estadounidense en superar esa barrera. Una locura. El mensaje es claro. El dinero ya no es un aliciente para continuar en los Rockets, a donde había ido en busca de conquistar el anillo. Su objetivo es hacer las maletas y poner rumbo a Brooklyn, a unir fuerzas este año con Kevin Durant y Kyrie Irving para convertirse en el nuevo ‘Big three’ de la competición.

No será fácil, en cualquier caso, que ‘La Barba’ recale en Brooklyn, a las órdenes de Steve Nash. Habrá que hacer ingeniería financiera, porque a los 41 millones que tiene firmado en Houston habrá que sumar las fichas multimillonarias de Kevin Durant (39 millones) e Irving (33), lo que obligará al equipo neoyorquino a deshacerse de unas cuantas piezas para no superar el límite salarial y acabar pagando la tasa de lujo.

Los Thunder, mientras, dieron carácter oficial a través de un comunicado a la incorporación la próxima temporada del base catalán Ricky Rubio, de 30 años, después de dos temporadas en las filas de los Phoenix Suns, en un traspaso que lleva al veterano base Chris Paul, de 35. Con un contrato de dos años por delante y un salario de 17 millones anuales, Oklahoma podría no ser el último destino del base de El Masnou, aunque es una posibilidad. Pero su llegada también podría verse como una moneda de cambio para un nuevo traspaso a Milwaukee o los Clippers, dos equipos que también han mostrado su interés.