Saben que, herido el campeón de campeones, no hay otro como él. Saben que es el mejor, el heredero, el mejor imitador del mejor de todos los tiempos. Lo saben pero nadie puede evitar que gane. Gana solo o acompañado. Gana en Silverstone o en Assen. Gana, gana y gana. Y, cuando no gana, como ocurrió en Qatar (a donde acudió víctima aún de las secuelas de su lesión de pretemporada) o en Mugello (donde vivió desconcertado la lesión del dios Rossi) acaba segundo.

Jorge Lorenzo tiene solo 23 años y ya huele a Doctor. Más o menos como el pequeño Marc Márquez, que ayer logró, en la catedral de Assen, su tercera victoria consecutiva en 125cc y ya le preguntan si teme que lo comparen a Pedrosa. A Rossi. O a Lorenzo. Son tipos marcados por el destino. Manos de violinistas. Corazón de gladiador.

Por eso ayer, en un abarrotado Assen, uno de los circuitos míticos, Lorenzo sumó un hat-trick histórico, solo al alcance de los mejores. ¿Quienes? ¿Les suena Jim Redman? ¿Les suena Mike Hailwood? ¿Conocían a Phil Read? ¿Han oído hablar de un tal Rossi? ¿Y de Luigi Taveri? ¿Y de Dieter Braun? Solo ellos han sido capaces de ganar en la pradera holandesa en tres categorías diferentes.

ESTILO LORENZO Y Lorenzo lo hizo de principio a fin. Y lo hizo con Dani Pedrosa y Casey Stoner, los otros dos magníficos (el cuarto vio el gran premio sentado en un sofá de Tavullia), pegaditos a su colín, pero sin poder cogerle.

Empezaron juntos pero, a mitad de carrera, Lorenzo apretó los dientes y se fue, se fue.

Y acabó sumando su novena victoria en MotoGP en tres años. Las mismas que acumula Pedrosa, en cinco. Es más, Lorenzo obtuvo ayer su triunfo número 30 en siete años de Mundial. ¿Saben cuantos ha conquistado el abuelo Loris Capirossi, de 37 años, en 21 temporadas? Pues 29, uno menos. Lorenzo ha sumado 140 puntos de 150 posibles. Lleva cuatro victorias (Xerez, Le Mans, Silverstone y Assen) y dos segundos puestos (Qatar y Mugello) en seis carreras. Y ya tiene 47 puntos más que el segundo, Pedrosa.

Cuando le dicen que las carreras no son divertidas, él dice que cuando Rossi ganaba como él, nadie se quejaba. "Y cuando Pedrosa me metió un repaso que no veas en Mugello, no oí queja alguna". Lorenzo dice que no piensa correr a la defensiva. "Yo amo demasiado las carreras, el espectáculo, la lucha, como para dejar de disfrutar, de vivir, cada segundo de gran premio con pasión", afirmó ayer.

Lorenzo celebró su cuarta victoria clavando su bandera pirata en la arena de Assen. Y lo hizo caminando como un robot. "Pese a que, a veces, no lo soy, aunque siempre intentó comportarme con la meticulosidad de esos mecanos". Y, luego, pidió a todo su equipo que le firmase un Jabulani, el balón del Mundial. "Este hat-trick es histórico y quiero tener un recuerdo imborrable de él". Y lo celebró con su público. Por eso saltó a la recta de Assen y peloteó ante la algarabía de miles de fans. A esa hora, Rossi ya había apagado su televisor y seguido con su recuperación. Ya tiene heredero.

OTRO TRIUNFO Mientras, el también español Marc Márquez (Derbi), de 17 años, se impuso en 125 c.c. y sumó su tercera carrera consecutiva tras las de Italia y Gran Bretaña. Tras Márquez entró otro español, Nico Terol (Aprilia), que recupera el primer puesto del mundial en detrimento de Pol Espargaró (Derbi), tercero finalmente ayer en el circuito de Assen.

En Moto2, el vencedor fue el italiano Andrea Iannone, que se perfila como el gran rival de Toni Elías, que continúa como líder en esta categoría.