Levante: Storari, Descarga, Alvaro (Cirillo, m.32), Serrano, Rubiales, Juanma (Saúl, m.77), Fuego, Tommasi, Riga, Savio (Miguel Angel, m.72) y Riganó.

Almería: Cobeño, Bruno, Carlos García, Santi, Mané (Cisma, m.60), Soriano (Corona, m.67), Juanito (Negredo, m.32), Crusat, Uche, Melo y Natalio.

Goles: 1-0, m.1: Riganó; 2-0, m.17: Riganó; 3-0, m.35: Riganó;

Arbitro: Delgado Ferreiro, del comité vasco. Amonestó a los jugadores locales Tommasi y Javi Fuego y al visitante Felipe Melo.

Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el estadio Ciudad de Valencia ante 12.950 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

Al Levante le bastaron 45 minutos para sacudirse buena parte de sus males y anotarse una trabajada victoria, la primera en lo que va de Liga, ante el Almería en la que sin duda hubo un nombre propio, el del italiano Christian Riganó, autor de los tres tantos.

El equipo valenciano no se dejó intimidar por la vergüenza y la amenaza de poder convertirse en el peor conjunto que jamás haya habido en Primera División (de no ganar habría superado los peores registros del Sporting de la campaña 97-98) y saltó al campo como un ciclón para dejar bien claras sus intenciones desde el inicio de la continenda.

De la mano de un inspirado Riganó, casi inédito en lo que va de Liga, los de Giovanni De Biasi se deshicieron de todos los maleficios y complejos que les han perseguido en este inicio de Liga y, en apenas quince minutos, ya habían conseguido meter dos goles y estrellar un balón en el palo. Por primera vez este año, el Levante fue un grupo sólido.