Ser deportista profesional exige, entre otras cosas, esfuerzo, sacrificio, dedicación, pero, ante todo y en la mayoría de los casos, ser joven. Y es que las carreras deportivas, salvo heroicas excepciones, suelen acabar a edad temprana. Como consecuencia, estos atletas se pueden ver desamparados, tras una vida dedicada por completo al deporte, ante un futuro laboral oscuro por su falta de formación académica que les permita llevar a cabo alguna actividad profesional fuera del ámbito propiamente deportivo.

Se acaban de dar varios pasos adelante para acabar con esto, en España en general y Extremadura en particular. Al menos en una doble vía. De un lado, la pasada semana, en Extremadura, se ha presentado la Oficina de Atención al Deportista con la participación global de la Fundación Jóvenes y Deporte, la consejería del área e incluso la de empleo.

De otro, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, firmó en Madrid con la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (Acade) y 22 empresas privadas, un acuerdo a partir del cual se hace oficial el apoyo de éstos al Programa de Atención al Deportista de Alto Nivel (Proad), que busca mejorar las condiciones de integración de los Deportistas de Alto Nivel, ayudándoles al desarrollo de carreras profesionales complementarias a sus carreras deportivas.

Programa piloto

Se inició como programa piloto el segundo semestre de 2008 con 100 deportistas adscritos y tres tutores, para confirmarse su puesta en marcha en 2009 pasando a cubrir a 600 gimnastas dirigidos por dos equipos de seis tutores. Con la rúbrica que se llevó a cabo el pasado miércoles se hace efectiva la ayuda de las entidades privadas al proyecto.

El programa Proad también ha llegado a la región, aunque de momento sólo son cinco los deportistas que se benefician de él. Pese a que parezcan pocos, el porcentaje de extremeños que han decidido preocuparse por su futuro más allá del deporte es bastante superior al de otras comunidades, donde también el número de Deportistas de Alto Nivel es superior al de la región.

Entre ellos encontramos a dos grandes atletas: la zoriteña Teresa Urbina, tricampeona de España de 3.000 metros y la cacereña Sonia Bejarano, que además de haberse colgado varias medallas de oro es doctora en Ciencias Ambientales. En edad universitaria está también la gimnasta Laura Campos, que además ha conseguido el diploma olímpico en Atenas 2004 con el equipo nacional.

Ilustres y tutores

Junto a estas tres chicas, el tirador olímpico pacense José Carlos Batalla y el ya exjugador de balonmano Juancho Pérez conforman el plantel de extremeños beneficiarios del Proad, aunque en el caso del ya retirado deportista natural de Badajoz figura adscrito a la Federación Navarra.

Pero no sólo hay representación extremeña entre los beneficiarios del plan. El fondista extremeño Pablo Villalobos es uno de los elegidos para dirigir los pasos de los jovenes atletas, e intentar que estos se llenen de laureles académicos y deportivos. El de Almendralejo cumple el requisito del Consejo Superior de Deportes, ya que es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Extremadura, además de ser actualmente uno de los diecinueve extremeños declarados deportistas de alto nivel.

"Es un trabajo increíble. Me encanta", asegura convencido el atleta, quien además dice que puede seguir con sus entrenamientos, ya que el trabajo se realiza a distancia, bien por internet o bien por teléfono. Para él, lo prioritario es saberse adaptar a las necesidades de cada deportista y a sus objetivos vitales, para que en el futuro esté en condiciones de realizar su sueño. "Es muy gratificante, ojalá me hubieran ayudado a mí así" sentencia un Villalobos orgulloso de la labor.