Renault viene de un año en las tinieblas. Y él, Fernando Alonso, acaba de abandonar el infierno. Así que, tras unos entrenamientos más que discretos, acabar lamiendo el podio en el primer GP del año, con Ferrari fuera de los puntos, es todo un éxito. "O casi", dice el asturiano, que reconoce que la mejor simulación de sus ordenadores le colocaban en octavo lugar.

Ningún safety car apareció a gusto de Alonso. "Fuimos muy desafortunados, dos de los tres coches de seguridad que salieron lo hicieron justo en las vueltas que iba a entrar a repostar". Es más, Alonso estuvo a punto de quedarse sin gasolina. Siempre sufrió tráfico. "Nunca di una vuelta solo. Primero hice 22 vueltas detrás de Coulthard, luego otras 20 detrás de Kubica y, más tarde, otras 10 pegado a Bourdais". Tocó aguantar.

Diez últimas vueltas

Renault hizo sus cálculos. Y no se acercó a sus previsiones más optimistas. "Hiciéramos la estrategia que hiciéramos, en el ordenador siempre acabábamos, como mucho, octavos o novenos". Así que acabar cuartos fue todo un éxito. "Cierto, logramos, de mucho, superar todas nuestras previsiones". Pero Alonso, como es habitual en él, echa agua al vino. "Sin ningún abandono y tanto lío hubiésemos estado fuera de los puntos facilísimamente. No sé si fue la falta de ayudas electrónicas, el calor, el viento, una pista muy bacheada..., pero se vieron errores impensables la temporada pasada". Por ejemplo, las derrapadas. "Este año, cuando pierdes un poco el coche en la frenada, ya no lo recuperas. Entre roturas y accidentes conseguí remontar alguna posición y luego acabar cuarto. Perfecto. No está nada mal para empezar, sobre todo teniendo en cuenta nuestras carencias en todos los sentidos", explica.Y, en una carrera tan liada, Alonso alcanzó su cénit en un doble adelantamiento para su videoteca particular. "Vi que Raikkonen y Kovalainen se iban a pelear en la curva nueve. Y les esperé". Lo tenía muy claro, demasiado.

"Vi que Raikkonen y Kovalainen se iban a pelear en la curva nueve. Y les esperé". "Vi que los dos entraban muy cerrados, tal vez demasiado, en esa curva, los dos por el interior. Sabía que iban a tener una salida de curva más lenta, así que me subí al piano, el coche patinó, pero mantuve el acelerador a tope. Me dejé un buen trozo de neumático ahí, pero logré adelantarlos".Y luego, claro, a sufrir.

"No sabía si iba a poder mantener a Kovalainen detrás. Me pasó, pero, en la recta, le pasé. Dicen que él falló en algo, no sé, ni me importa. Da gusto hacer un dos en uno. Y, la verdad, fue una gran satisfacción superar a un McLaren. Los dos coches son, por ahora, mejores que el Renault".