El técnico castellano manchego señaló ayer que desde el calentamiento tuvo claro que su equipo no perdería porque "estaban muy concentrados y con muchas ganas". No obstante, reconoció que el Villanovense les había hecho daño con los balones aéreos y las segundas jugadas. "El Villanovense sabe a qué juega y será un rival difícil esta temporada porque es un equipo muy peligroso que de cualquier lado puede sacar una ocasión de gol".