Marta García Lozano debía estar hoy en el tatami del campeonato de Europa absoluta de Bakú, en Azerbaiyán, buscando la medalla de oro por equipos en la modalidad de kata. Sin embargo, la actual campeona del mundo y Europa de karate solo puede pisar el tatami del sótano de su casa, lamentando que se les escape un tiempo precioso de competición. Lo único bueno que puede extraer de esta situación de confinamiento es la opción de compartir entrenamientos en casa con su hermana Paola, todo un diamante del karate. «Siempre he dicho que Paola será mejor que yo. Se fija en muchas cosas, es una chica muy observadora y aprende muy rápido», asegura.

Las hermanas García Lozano realizan entrenamientos interactivos con su entrenador, Manuel Capetillo, quien las supervisa desde Madrid. Se conectan la cámara del móvil y a entrenar.

«Hemos establecido entrenamientos parecidos a los que hacíamos en Madrid y tratamos de llevarlo lo mejor posible, aunque es muy difícil hacerlo igual», reconoce Marta.

La karateca almendralejense cree que la temporada de competiciones en su modalidad no se reactivará hasta septiembre. «Me encantaría volver, al menos, en junio. Pero lo veo difícil. Espero que haya concentración con la Selección en verano y después a competir». En el horizonte, el campeonato mundial senior de Dubái, en noviembre.