Italia disputará por novena vez unos cuartos de final, sin Alessandro Nesta ni Marco Materazzi, dos de sus puntales defensivos, y con el reto de evitar que la novata Ucrania de la sorpresa y se meta en semifinales en su primer Mundial.

Por historia, Italia es favorita. Por juego, no tanto. Los ucranianos se han rehecho del varapalo sufrido contra España (4-0) y ahora saben que toda la presión la tienen los azzurri , tres veces campeones (1934, 1938 y 1982), y un país con una gran tradición futbolística.