Si el Real Madrid va a pagar 65 millones de euros por Kaká, el Bayern no quiere sacar menos de 50 por Franck Ribéry, otro de los objetivos prioritarios de Florentino Pérez, por delante incluso de Cristiano Ronaldo. Zinedine Zidane ya deja ver el peso de sus consejos como asesor del nuevo presidente blanco, quien ha asegurado que en sus planes no entra ningún jugador del Barcelona y ha admitido que sus próximos movimientos en el mercado van dirigidos a la contratación del volante francés.

"Zidane nos dice que es un jugador que podría crecer en el Madrid porque es un cesto adecuado para que se desarrolle, igual que puede pasar con Kaká e igual que ocurrió con el propio Zidane en su día", dijo el dirigente madridista en Punto Pelota. Esta misma semana Jorge Valdano tiene la intención de ponerse en contacto con el Bayern de Múnich, pese a que su mánager general, Uli Hoeness, ha asegurado que el club alemán no tiene ninguna intención de vender a Ribéry.

El acuerdo puede llegar si Manuel Pellegrini accede a prescindir de Sneijder, un futbolista que encanta a Louis van Gaal, nuevo entrenador del Bayern. También podría entrar en la operación Rafael Van der Vaart. El problema es que el técnico chileno considera que el primero es un futbolista muy aprovechable para el nuevo proyecto que va a dirigir.

Mientras en Valencia se escandalizan con la pretensión del Madrid de llevarse a Silva y Villa por menos de 50 millones de euros, Florentino confía en poder hacer oficial a principios de semana el fichaje de Kaká. "Es uno de esos jugadores que ha nacido para jugar en el Madrid... Estoy inquieto por lo que pueda pasar el lunes", declaró el mandatario blanco. Mañana es el día que Silvio Berlusconi ha fijado para hacer público si acepta o no la oferta madridista, pese a que su mano derecha, Adriano Galliani, ya ha manifestado que es irrechazable.

Quien parece tener muy claro el cambio de aires es la propia estrella brasileña, que ya firma camisetas del Madrid. Ocurrió tras el último entrenamiento de la canarinha antes del partido contra Uruguay en Montevideo. Una aficionada le solicitó que estampara su autógrafo en la prenda y Kaká no tuvo ningún problema en complacerla. "Ha estado muy simpático. Sabía que era una camiseta del Madrid, pero no le ha importado. Creo que lo ha hecho con mucho gusto porque ya se siente jugador blanco", afirmó la propia seguidora, Elenice Salustio.