No me lo creo aún. He sufrido hasta el final. Increíble". Estaba feliz, inmensamente feliz, el protagonista de la eufórica concatenación de frases. Javier Cienfuegos acababa de conseguir la medalla de plata en el Europeo sub-23 que se disputa en Ostrava (Chequia). El martillista montijano sigue asombrando. A sus 21 años cumplidos el pasado 15 de julio, Cienfuegos sigue al alza. Rompiendo registros. Progresando, tal y como muchos han pronosticado.

El extremeño había rizado el rizo. Antes de su sexto y último lanzamiento, era cuarto clasificado. El plusmarquista mundial junior de lanzamiento de martillo lo dio todo. Y triunfó con una marca de 73,03 metros. No pudo subirse al primer cajón del podio, pero la machada estaba conseguida. La presión no le pudo. La victoria fue para el polaco Pawel Fajdek, que sentenció el concurso en la tercera ronda con un lanzamiento de 78,54, su mejor marca personal.

Demasiado lejos para Cienfuegos, que ha llegado a lanzar 75,31 metros, muy cerca de la plusmarca española realizada por Moisés Campeny, que tiene 75,42 metros y que, no lo duda nadie, batirá el extremeño en un futuro no muy lejano.

"Me da la impresión de que esto solamente acaba de comenzar", escribió, a modo de felicitación a Cienfuegos, otro ilustre del atletismo extremeño, Pablo Villalobos. El lanzador del Playas de Castellón, que entrena el histórico Raúl Jimeno, acaparó las alabanzas, pero él insiste en que tiene que seguir trabajando mucho para cumplir todas las expectativas puestas en él.

Pero no fue el único. El doblete conseguido en los 3.000 obstáculos por el jiennense Sebastián Martos y el nacionalizado Abdelaziz Merzougui puso la guinda a la actuación de la selección española en los Europeos de atletismo sub´23 de Ostrava 2011. El atleta de Huelma, que hace dos años en Kaunas (Lituania) se tuvo que conformar con el siempre amargo cuarto puesto, lideró el festival español en una de sus pruebas estandartes. Entre él, Merzougui y el propio Antonio Abadía ratificaron que el futuro está garantizado.