2 - Deportivo: Dani Giménez; Bóveda, Mujaid (Emre, min.58), Montero, Simón (Hugo, min.72), Gaku, Borja Valle (Cristian, min.78), Bergantiños, Aketxe, Mollejo, Sabin Merino (Beauveu, min.72).

3 - Extremadura: Collao; Bastos, Granero, Fran Cruz, Ale Díez, Sabit, Rocha (Airam, min.46), Cristian, Nono (Kike Carrasco, min.65), Pinchi, Mosquera (Lele, min.72).

Goles: 1-0 David Simón, min.3; 1-1 Fran Cruz, min.67; 1-2 Pinchi; min.84; 2-2 Cristian, min.89; 2-3 Pinchi, min.92.

Árbitro: Arcediano Monescillo (Castilla-La Mancha). Amarilla a Cristian y Carrasco.

Estadio: Riazor. La Coruña. Sin público.

Honor al Extremadura en Riazor. Los azulgranas, ya descendidos de manera matemática, se presentaron en La Coruña como un equipo que parecía que sería devorado por un Depor con ansias de permanencia definItiva. Encajar un gol a los tres minutos vaticinaba lo peor, pero ¿quién entiende el fútbol? ¿Quién entendió que el Racing ganara al Huesca o el Fuenlabrada apagara el ascenso del Cádiz con todo a su favor? El fútbol es mágico, precisamente, porque a veces es inexplicable e imprevisible. Con orden, entrega y, sobre todo, mucha implicación, el Extremadura volteó el partido a base de pundonor, demostrando que este equipo, pese a su temporada de lamentos, tiene por encima de todo una cosa innegociable: el trabajo y el orgullo.

Ganó el Extremadura porque no subestimó nunca a su rival, algo que sí hizo el Depor durante gran partido del partido, especialmente desde que se adelantara a los tres minutos de juego en una buena internada de Mollejo por banda derecha, cuyo centro remató a placer Dani Simón.

Manuel había salido con una alineación de circunstancias. Sin Alex Alegría, Zarfino, Olabe, Pardo, Kike Márquez, Sergio Gil, Pastrana, Casto... un rosario de ausencias que obligaban a darle la titularidad a Mosquera en la punta y Sabit en el medio centro. El joven ghanés, revelación con el filial en Tercera, fue el mejor jugador del partido de los azulgranas. A sus 21 años, demostró un empaque propio de un veterano, con una fortaleza física monumental y con gran criterio con el balón en los pies. Una de las mejores noticias que se trae el Extremadura de La Coruña.

También debutó bajo palos Collao. El portero chileno no tuvo excesivo trabajo, pero en los instantes finales hizo un par de intervenciones de mucho mérito que dejaron la impresión de que estamos ante un portero que transmite seguridad.

Durante la primera parte, el único latigazo del Extremadura lo propinó Nono, con un disparo lejano que atrapó Dani Giménez en dos tiempos.

Todo lo importante ocurrió en el segundo acto. Y prácticamente todo, al final. Collao tuvo un par de paradas a disparos de Mollejo, mientras que el Extremadura, poco a poco, se iba sintiéndose más cómodo sobre el césped, liderado por Sabit.

Los cambios terminaron de darle una vuelta al partido. Las entradas de Airam Cabrera, Kike Carrasco y Lele, los tres con hambre de fútbol, le dio al Extremadura la verticalidad y peligrosidad que le hacía falta.

Después de varios sustos, el Deportivo metió en el partido al Extremadura concediendo el empate. Buen córner de Cristian, Granero gana el salto en el segundo palo y Fran Cruz, en boca de gol, ajusticia para hacer el empate. Había vida azulgrana en Riazor.

Y tanto que había. Empezó a temblar el templo coruñés, sin público y repleto de miedo. Y el Depor se disolvió como un azucarillo. Kike Carrasco, que salió en banda derecha, le impregnó esa frescura y descaro que al Extremadura le ha faltado en partidos anteriores. Quizá, el almendralejense se ha merecido más minutos de los disputados, habida cuenta de lo visto anteriormente. Una jugada suya y de Airam Cabrera acabó en los pies de Pinchi, que dribló sensacionalmente a sus marcadores y ajustó al palo largo para hacer el 1-2. Ver para creer.

El Deportivo, incrédulo por la situación, tiró también de orgullo y se marchó hacia arriba en busca de salvar los muebles. Y parecía que lo iba a conseguir cuando otro centro de Mollejo lo remató Cristian para hacer el empate.

Pero el Extremadura, que no dejó de creer, montó otra contra donde Airam le regaló el gol a Pinchi, que fusiló a placer en el descuento para hacer una victoria de mérito, de orgullo azulgrana y de honor a un equipo que no quiere marcharse por la puerta de atrás.