Por Cáceres pasó el que, probablemente, es el mejor entrenador de tiro del mundo. Dave Hopla, de 52 años, fue todo un lujo para el Campus Calderón, impresionando con sus habilidades a 350 jóvenes. A lo suyo se le llama predicar con el ejemplo: en una hora apenas falló cuatro tiros de los más de 260 que lanzó desde distintas posiciones. Y en al menos dos lo hizo queriendo, para demostrar un mal gesto.

Sus cifras aterran: una vez anotó 1.234 tiros libres seguidos. Y otra, 78 triples (distancia NBA) consecutivos. ¿El secreto? Técnica y repetición. Técnica y repetición. Técnica y repetición... Basta con ver la lista de sus alumnos: entre otros, Michael Jordan, Kobe Bryant y Ray Allen, al que considera el mejor que ha entrenado. El propio José Manuel Calderón le ve clave en que sus porcentajes hayan aumentado.

Hopla es, además, un gran comunicador, muy al estilo americano. Se metió a los chicos del campus en el bolsillo desde el primer momento con su verborrea y con sus bromas. "A los profesionales de la NBA les doy el mismo tipo de lecciones que a los niños de diez años. Me encanta trabajar con los más pequeños. No basta con amar el baloncesto, hay que entrenar mucho", comentó tras su exhibición, seguida con creciente devoción a medida que metía y metía (todas limpias ) sin dejar de hablar. ¿Un consejo? "Mantener el codo alto y que la mano que no se usa para el tiro, que suele ser la izquierda, apenas se use para apoyar un poco el balón", respondió.

Su método parece infalible, aunque requiere mucho trabajo: tirar todos los días un número alto de lanzamientos con la mecánica adecuada. Lo único que se le resistió fue meter con los ojos cerrados. Eso ya hubiera sido demasiado.