Denuncia Ñete Bohigas un nuevo enemigo para el Cáceres Destino Turístico: el desgaste físico que ha supuesto, a su juicio, jugar parte de la temporada con sólo siete jugadores. Ahora son nueve los profesionales de los que dispone y con los que se enfrentará esta noche (21.00 horas) al Farho Gijón. En el horizonte está conseguir las cuatro victorias que matemáticamente darían la clasificación para las eliminatorias por el ascenso. 17 es ese número mágico.

La plantilla lucha contra la tesis de Bohigas de que está demasiado cansada. El antídoto del entrenador ha sido que esta semana vaya de más a menos en lo que a trabajo físico se refiere para así llegar más frescos a la cita de hoy, tan importante para meterse entre los ocho mejores como todas las que quedan hasta el final. El añadido lo pone el hecho de que los asturianos llevan las mismas victorias que el Cáceres (trece) e intentarán al menos conservar el basket-average favorable que traen tras vencer en la primera vuelta (77-70).

En la búsqueda de la adaptación de los nuevos jugadores Ramón Moya parece llevarle ventaja a Shea Seals. Ambos deben ser importantes para cualquier empresa ambiciosa que se quiera pintar de verdinegro.

Al menos el Cáceres se enfrentará con otra plantilla corta y debilitada por las lesiones. De hecho, el Farho Gijón se ha apresurado a fichar a Josep Ortega --un producto del Joventut-- por la baja de su tercer pívot, Antxon Iturbe. Destaca la presencia del cacereño José María Panadero, con una temporada redonda como uno de los máximos anotadores nacionales de la LEB. También tienen enorme peso la dirección de Xavi Vallmajó, el tiro de Josep Pacreu y el trabajo bajo tableros de Tom Wideman.