El Tour de Colombia se disputa esta semana en una tierra en la que últimamente surgen estrellas del ciclismo como setas en el bosque durante un otoño de ensueño para los cazadores. Corre Egan Bernal, flamante vencedor del Tour 2019 y aspirante a repetir título este julio con el permiso, entre otros, de su compañero y supuesto jefe Chris Froome. Pero el último jersey amarillo en París no es el principal protagonista de la ronda colombiana, sino un joven llamado Sergio Higuita, de 22 años, vencedor de la etapa de la Sierra de Madrid en la última Vuelta, y que recientemente se ha proclamado campeón de ciclismo en ruta de su país.

Higuita es uno más entre un nutrido grupo de jóvenes rebeldes que están dispuestos a demostrar en este 2020 ciclista recién estrenado que las carreteras son suyas, que ellos están llamados a confirmar que el cambio generacional en este deporte es un hecho, y que una prole que cuenta entre 20 y 26 años quiere demostrar que no solo pide paso, sino que ha llegado para quedarse y para comenzar a reemplazar a los ases de la bicicleta de estos últimos años liderados, aparte de Froome (34 años), por el más veterano de todos, Alejandro Valverde, 40 años en abril, y Vincenzo Nibali (35); sin olvidar a Geraint Thomas (33).

La nueva generación surge de unos corredores que han crecido más allá de los últimos coletazos de los grandes escándalos por dopaje vividos en los primeros años del siglo XXI, que se han hecho ciclistas con los métodos de entrenamientos más sofisticados y científicos nunca antes practicados y que viven, además, en las entrañas de un deporte globalizado al máximo y donde ya han desaparecido la mayoría de equipos reunidos alrededor de la bandera de un país determinado y las estrellas locales.

Y, en esta línea, el 2020 no ha podido empezar mejor en las carreras preparatorias de este mes de febrero todavía con muchas estrellas en fase de rodaje o demorando el estreno de la temporada. Así, el niño prodigio del ciclismo belga y quizá del mundial, Remco Evenepoel, con 20 años recién cumplidos, llegó, vio y venció la Vuelta a San Juan, en Argentina, al igual que hizo Tadej Pogacar, un año mayor, la semana pasada en la Vuelta a la Comunitat Valenciana. Son los más jóvenes entre los elegidos del nuevo ciclismo donde también destaca un holandés con media alma francesa y que se llama Mathieu van der Poel, nieto de un mito llamado Raymond Poulidor.

El ciclismo debe avanzar al ritmo de los pedales de Evenepoel y Pogacar, que no se arrugan y que están rompiendo cualquier comentario acerca de si es mejor pedirles calma, que vayan poco a poco para amoldar su cuerpo a la alta competición y al desgaste propio de este deporte y, sobre todo, de las grandes rondas de tres semanas. Evenepoel tiene decidido debutar este mayo en el Giro, mientras que Pogacar todavía apunta más alto; correrá el Tour después de la sensacional experiencia que le supuso disputar la Vuelta del año pasado que acabó en tercera posición, como mejor joven de la prueba y con tres etapas en uno de los bolsillos de su 'maillot'.

En cambio, la afición holandesa se quedará con las ganas de ver debutar esta temporada a Van der Poel en alguna de las tres grandes y, sobre todo, en el Tour. Más veterano que Evenepoel y Pogacar, nacido el 19 de enero de 1995, al nieto de Poulidor e hijo de Adrie van der Poel -maravilloso ciclista holandés de los 80 y 90, con victorias en el Tour de Flandes, la Lieja-Bastoña-Lieja y etapas en el Tour- afrontará esta temporada seducido por las medallas de los Juegos y enrolado todavía en el Alpecin, un equipo de segundo nivel. No se descarta que en el 2021 el fabricante de bicis Canyon, que patrocina también al conjunto del Movistar, lo acerque a la escuadra española.

Junto a ellos, en un escalón algo inferior, aparece también otro prodigio de la escuela flamenca, Wout van Aert (25 años), y que como Van der Poel ha crecido en el barro del ciclocrós; tres campeonatos del mundo lo contemplan. El año pasado tuvo un buen estreno en el Tour, con un triunfo de etapa y una interesante progresión hasta que se desgarró la pierna en una caída durante la contrarreloj de Pau.

Tampoco hay que olvidar, mirando a Sudamérica, a Iván Sosa, otro ágil escalador, de 22 años, que tiene amarrado el Ineos. Inicialmente, si no hay cambio de planes, este colombiano disputará la Vuelta con el conjunto británico.

En este elenco también se sitúa a dos corredores crecidos junto al Mediterráneo, un mallorquín y un catalán, Enric Mas y Marc Soler, designados para liderar el Movistar junto a Valverde. Mas ha llegado al conjunto de Teléfonica con el lema que siempre ha exhibido este equipo durante las últimas cuatro décadas y que no es otra que tener en sus filas al mejor ciclista español del momento; algo que siempre cumplieron con la excepción de Alberto Contador, el ciclista que antes de su retirada eligió a Mas como su sucesor.

Soler es el más veterano del grupo pero que hasta ahora ha estado protegido y dosificado por la dirección técnica del Movistar. Sin embargo, esta temporada debe ser la de su definitivo salto a lo más alto del ciclismo. Correrá el Tour con el objetivo de luchar y destacar al máximo en la general. Soler ha empezado el año de forma magnífica con una gran exhibición en la tercera jornada de la Challenge de Mallorca.