Mérida - 0: Ortiz; Charly (Trinidad, min. 46), Abela (Pla, min. 46), César, Regino; Pedro, Intxausti, Higinio; Juan Jesús (Aguinaco, min. 59), Casiano y Copito.

Badajoz - 5: Imola; José Gutiérrez, Cubi, Chamorro, Gabi Grillé; Sandro (David Carmona, min. 64), Ruby, Cajoto, Alex Herrera (Josete Abarca, min. 79); Tete y Toni (Etamané, min. 71).

Arbitro: Pavón Guillén. Amonestó por parte del Mérida a Charli, Juan Jesús, Intxausti y Pla. Por el Badajoz vieron amarilla José Gutiérrez, Alex Herrera y Tete.

Goles: 0-1, min. 16: Ruby. 0-2, min. 24: Toni. 0-3, min. 33: Alex Herrera. 0-4, min. 38: Ruby. 0-5, min. 62: Tete.

Incidencias: Alrededor de 1.500 espectadores en el estadio Romano de Mérida. Césped en buenas condiciones.

Adolfo Gómez tiró de inteligencia para doblegar con creces a Bernardo Plaza. Eso por un lado. Por el otro, el Badajoz tiró de efectividad para noquear al Mérida. Para dejarlo KO. Porque la cornada de la goleada dejó un doble roto. El primero por estadísticas: fue un partido de seis puntos, los tres que sumó uno y los tres que dejó de sumar el otro. Y el segundo por sensaciones: mientras que los pacenses salen más que reforzados, el Mérida se hunde en su confianza. No han sido capaces los emeritenses de ganarle a ninguno de los tres de arriba, por lo que la cuarta plaza se le antoja un objetivo más que suficiente.

El clásico solo duró 45 minutos. Una parte. La segunda fue pura y mera anécdota, que de nada sirvió nada más que para que el Badajoz aumentase su ventaja. Tampoco es que el partido necesitase de una segunda mitad. En la primera ambos desnudaron sus defectos y sus virtudes. Suficiente. Fue mejor el Badajoz en efectividad y lectura del partido y el Mérida en control y dominio. Pero como en el fútbol lo que prima es la inteligencia y el gol, ganó sobrado el cuadro pacense.

MAXIMA EFECTIVIDAD Ganó por inteligencia porque, consciente de que al Mérida le encanta llevar el peso del partido y le cuesta aprovechar sus ocasiones, se limitó a contragolpear y a aprovechar todas y cada una de las ocasiones que crease. Y así fue. Cero dominio, pero infinidad de contragolpes mortales. Cinco ocasiones, cuatro goles.

Ayudó en parte que a la defensa adelantada del Mérida no contribuyeron sus seis futbolistas más ofensivos, que apenas presionaron la salida del balón. Sí corrieron, pero nunca con inteligencia. Más con ganas y corazón que con cabeza. De ahí que los creadores blanquinegros dispusieran de infinidad de segundos y huecos para colocar a sus delanteros siempre en superioridad numérica ante la zaga romana.

En el primer contragolpe, de libro, Tete le sacó un penalti tontísimo por claro a Charli. Gol de Ruby. En la segunda contra, de enciclopedia, Toni la finiquitó con un tiro cruzado y raso perfecto. En la tercera, Alex Herrera se plantó solo ante Ortiz para subir el 0-3. Y en el último contragolpe con consecuencias de la primera mitad, Tete le sacó otra falta lateral a Charli que desembocó con un disparo preciso de Ruby al segundo palo, con la inestimable colaboración de Ortiz, ayer irreconocible.

EL MERIDA, SIN PUNTERIA Pudo el Mérida acortar distancias con el 0-3 en el marcador. Gozó de hasta cuatro claras ocasiones de gol en tan solo dos minutos. Pero al equipo de Bernardo Plaza le cuesta un mundo marcar (de hecho, todavía no ha mojado ante ninguno de los tres primeros). Ayer, en dos minutos, Casiano, Abela, Copito y Juan Jesús desaprovecharon cuatro claras para recortar distancias a los pacenses.

No lo logró y el partido acabó. Porque la segunda parte fue de chiste. Entre que el Mérida no tenía ganas y el Badajoz aflojó el pistón, solo se vio un gol. El de Tete, otra vez por la banda derecha, ayer un coladero para desgracia del Mérida. Resultado histórico para el Badajoz y sonrojante para el Mérida. Los pacenses recuperan el liderato gracias al empate sin goles del Jerez en Navalmoral de la Mata.