Uno subió al marcador y no entró; el otro sobrepasó la línea pero no sirvió de nada. El primero, obra de Geoff Hurst en 1966, dio un Mundial a Inglaterra ante una Alemania indignada. El segundo, obra de Frank Lampard, enfureció a los británicos y devolvió la sonrisa a los germanos. Dos jugadas casi idénticas con distinto final. Dos goles fantasma con error arbitral incluido que siempre serán recordados en las enciclopedias del fútbol.

El azerbayano Tofik Bakhramov era hasta ayer el linier más famoso de la historia de los mundiales. Lo seguirá siendo, pero a poca distancia le seguirá un uruguayo llamado Mauricio Espinosa, el hombre que miró a otro lado en el disparo de Lampard. Su error, en octavos de final, no tendrá tanta repercusión, pero los ingleses siempre lo tendrán en la memoria, así como Alemania jamás ha olvidado aquel 30 de julio de 1966.

El momento

En plena prórroga de la final de Wembley, y con 2-2 en el marcador, el extremo Hurst remató con la derecha un centro de Alan Ball. La pelota rebotó en el larguero y cayó sobre la línea. Hunt alzó los brazos y el árbitro, el suizo Gottfried Dienst, miró a su linier. Bakhramov no dudó. Gol. El tanto significó el 3-2 y la final acabó con rel resultado de 4-2 para los anfitriones.

La polémica continuó décadas y la Universidad de Oxford, en 1995, certificó con un programa informático lo que todo el mundo sabía, que la pelota no había traspasado totalmente la raya. Pero la historia es caprichosa y ayer se repitió la polémica. La Alemania de Beckenbauer, Overath y Seeler, que vivió aquella desgracia, se vio recompensada con otra injusticia. Los teutones sonrieron en Suráfrica, mientras Capello apelaba al uso del vídeo.

El Jabulani rebasó la línea en el bonito disparo de Lampard. Fue tan evidente que hasta las casas de apuestas británicas le dieron validez, empezando por la William Hill, que pagó 121.000 euros por un tanto que no entró. "Quienes apostaron a que Lampard marcaría serán recompensados. Todos vieron gol", dijo George Sharpe, el portavoz de la compañía. Todos menos dos tipos uruguayos, el árbitro Larrionda y el linier Espinosa.