Totalmente empapado en sudor, a Manuel Piti Hurtado le costó muchísimo mantener la compostura durante la rueda de prensa posterior al encuentro. Seguramente, su consigna interna era no hablar de los árbitros, pero no lo consiguió del todo. "El partido se ha movido en unos parámetros físicos que no nos venían bien. Es la primera vez en la temporada que hacemos 33 puntos en una primera parte en casa. Tenemos que intentar ilusionar jugando bien, lo más bonito posible. Nos vendrá mejor a todos, pero no hemos sido capaces", reflexionaba.

A lo que se refería es que ni el Illescas había jugado excesivamente limpio ("plantearon un partido con una defensa muy física") y que los colegiados lo habían consentido ("al arbitraje le gustó ese tipo de defensa", diría posteriormente).

"No voy a responder ninguna pregunta sobre los árbitros. Ellos han hecho su trabajo y yo, el mío", cortó cuando fue cuestionado directamente al respecto. Aludió a que pronto se producirá un cambio de reglas --un pequeño semicírculo debajo del aro que variará el criterio con las faltas en ataque-- que, pronosticó, "favorecerá al espectáculo".

SIN GASOLINA Hurtado encaró el resto de su comparecencia pública con disimulado estoicismo, aludiendo a los contratiempos que le fueron apareciendo a su equipo durante el choque. "No hemos tenido más gasolina. Lo hemos dado todo. Al minuto de estar en pista se nos lesiona José María Panadero, que ha sido nuestro mejor anotador en los últimos cinco partidos, y al final lo hace Sam Jones, otro jugador decisivo. Nuestros interiores acumularon faltas y así era difícil jugar en el último cuarto", estimó, considerando "innecesarias" tres de las cinco personales señaladas a Harper Williams. "Fueron en rebotes, por meter la mano", lamentó, sin aclarar si culpaba al jugador o a los árbitros.

"Se ha roto el sueño de una ciudad, pero Cáceres es LEB Oro por afición, por club, por equipo y por directiva. Y vamos a seguir trabajando para conseguirlo", agregó.

Y es que, en un momento así, tuvo la suficiente inspiración como para mirar al futuro: "Nuestra idea de proyecto no cambia. No puede hacerlo por un resultado negativo como éste. Llevamos diez meses como club y haber estado en esta fase cumplía con creces nuestros objetivos. Hemos vuelto a ilusionar a la gente del baloncesto en Cáceres, que era de lo que se trataba, aunque también intentaremos mejorar en las cosas que hemos hecho mal", agregó.

También se le preguntó sobre qué había dicho a sus jugadores tras perder. "Nada. Hemos puesto la mano en el centro, un símbolo sagrado en un vestuario, y nos hemos mirado a la cara. Nos despediremos con pena, porque éste es un grupo de hombres valientes", respondió.