Manuel Hurtado, entrenador del Cáceres 216, hizo un doble ejercicio tras el encuentro: el primero, de crítica al arbitraje; el segundo, de autocrítica al último cuarto que realizó su equipo, anotando únicamente 9 puntos. "Ha sido un partido defensivo, marcado por el nivel físico del Valladolid. No es normal que al descanso solo le hubieran pitado cinco faltas. Es difícil aludir a los árbitros viendo el último cuarto de mi equipo, pero nos han minado. Hemos sido inocentes y no hemos sabido adaptarnos a su permisividad", analizó.

"Veníamos aquí a competir, no a ganar de quince puntos. Pero se ha demostrado que tenemos que trabajar más si queremos ganar en canchas como ésta", añadió el preparador cacereño, que vio como punto positivo parar a uno de los jugadores más valiosos de la competición, Robert Battle. Sin embargo, tampoco Wayne Simien estuvo decisivo, lo que aprovechó Hurtado para volver a hablar del arbitraje: "El ha sido víctima de la labor de desgaste de los pívots del Valladolid. Se ve que han trabajado mucho para que no reciba".