Manolo Hussein ya no oculta su malestar con el rendimiento de Bobby Martin. El entrenador del Cáceres, sin ser preguntado directamente sobre el pívot americano, aprovechó ayer para lanzarle una fuerte advertencia: "Hay jugadores que están lejos de su mejor nivel. Uno de ellos es Bobby Martin, que está muy lejos del que él tiene que ser. No es cuestión de trabajar más o menos. No está como debería estar físicamente y eso se resiente mucho en su juego", indicó.

Sus reflexiones sobre el que se pretendía en verano que fuese jugador interior determinante no se quedaron ahí. "Estoy bastante preocupado porque pasan las semanas y no le veo mejorar todo lo que yo quisiera", apuntó, culminando la frase con un enigmático "ya veremos".

Martin se encontraba a escasos diez metros, realizando con aparente tranquilidad el calentamiento antes del entrenamiento de la tarde, el penúltimo antes de recibir mañana al Lucentum de Alicante. "Sé que todo el mundo en Cáceres habla sobre mí", se resigna, quizás conocedor de que sólo la complicadísima situación económica del club le mantiene en su puesto. Como ya publicó este diario hace 20 días, el entrenador ya ha sugerido un cambio al presidente, José María Bermejo.

La cita ante los levantinos se ha ido cargando paulatinamente de tensión, consciente todo el entorno verdinegro de la importancia de amarrar los dos próximos choques. El siguiente también es casa, ante el Granada.

Hussein no elude la presión, esa exigencia que ya expresó Bermejo tras perder en Girona. "Somos equipos de un nivel similar, aunque en algún momento el Lucentum haya demostrado estar en mejor momento. Pero jugando en nuestra pista y teniendo el partido esta importancia, debemos ganar", reconoció el entrenador tras la andanada a Martin.

Después dijo que que está "molesto" porque, opina, "los árbitros no nos están respetando, no sé si por nuestra condición de colistas" y también lanzó un mensaje al público cacereño. "Tiene que entender que el objetivo es la permanencia y hay que hacer de este pabellón un fortín", apostilló.

Juan Antonio Orenga lleva dos días sin poder entrenar por molestias en un pie, aunque se cuenta con él para mañana.