Esto ya tiene algo más de sentido. Eso sí, el veterano italiano Valentino Rossi (Yamaha), un piloto de domingo, sigue estando a medio segundo del mejor tiempo (hoy ha sido séptimo, a 0.536 segundos), pero todo lo demás parece mucho más normal, más en su sitio. Lo primero, por ejemplo, es la confirmación de que Ducati ha vuelto a fabricar un ‘avión’ que necesita alas en su cúpula y en los laterales pues, de lo contrario, puede despegar, salir volando al final de la recta de Doha, ya que el italiano Andrea Iannone (mejor crono con 1.54.639 minutos) ha alcanzado los 350 kilómetros por hora, es decir, 11 km/h más que la Honda de Marc Márquez. Por cierto, el sábado hay una reunión de la GP Commission donde, a propuesta de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), van a debatirse su prohibir o no esos apéndices, esos aleroncitos, que ya han copiado Honda y Yamaha.

Con ese ‘cohete’ con ruedas, Iannone se ha colocado entre los favoritos el domingo a la victoria. Pegadito al rebelde y simpático italiano ha terminado el tricampeón mallorquín Jorge Lorenzo(Yamaha, a 0.137 segundos), seguido muy de cerca de Márquez (tercero, a 0.196 segundos) que, en efecto, volvió atrás, recuperado la puesta a punto de los test de hace quince días y se encontró mucho más cómodo, tanto que, en los últimos diez minutos, estuvo a punto de sacar del primer puesto a Iannone, pues rodó siempre, siempre, en tiempo récord pero siempre, siempre, se le atragantaba el último parcial.

VIÑALES, MUY VELOZ

En tercera posición acabó un recuperadísimo Andrea Dovizioso (Ducati, a 0.306 segundos), que ha perdido algo de protagonismo ante la explosión de su compañero Iannone. En quinta posición se mantiene un regular y veloz Maverick Viñales (Suzuki, a 0.337 segundos) y en sexta plaza está Dani Pedrosa (Honda, a 0.474 segundos), que ha llegado a ser líder de los entrenamientos a mitad de tanda demostrando que, al igual que le ha ocurrido a su compañero Márquez, parece que va recuperando la pegada.

Y detrás de todos ellos, intentándolo pero sin conseguirlo, acabó Rossi, que probó la Yamaha M1 con alitas en la cúpula, pero ni con ella pudo acercarse a su compañero y los demás ‘magníficos’. Pero solo es viernes y el ‘Doctor’, ya se sabe, es un piloto de domingo.