Iker Casillas, guardameta del Madrid, no olvidará en mucho tiempo la goleada que encajó en Zaragoza en la Copa del Rey (6-1) aunque aseguró poco después que confía en vengar la dolorosa derrota en el partido de vuelta y llegar a la final.

"¿Seis goles?, tal vez en los entrenamientos, pero nunca en un partido oficial. Pero aún así hay que seguir adelante y confiar en la épica para en el partido de vuelta remontar", declaró nada más concluir el encuentro de ida de las semifinales del torneo copero en la capital maña.

Casillas encajó la mayor goleada desde que debutó con la camiseta del conjunto blanco en San Mamés contra el Athletic hace ya una década. Y precisamente contra los bilbaínos jugará el próximo sábado en Liga.

Antes de la goleada capitaneada por el argentino Diego Milito y el brasileño Ewerthon (cuatro y dos goles respectivamente), el portero madrileño había encajado, como máximo, cinco goles en partido oficial.

Esta circunstancia ocurrió dos veces: la primera en la temporada 1998/99 en Riazor, cuando el Deportivo de la Coruña venció 5-0 al Real Madrid. Y cuatro temporadas después en el Santiago Bernabéu, también con Iker bajo los palos, fue el Mallorca capitaneado por Samuel Eto´o el que salió victorioso 1-5.

Ni en el Real Madrid ni en la selección española; ni en Liga, ni en Copa ni en la Liga de Campeones. Nadie le hizo seis goles a Casillas. Hasta el fatídico para él 8 de febrero en la Romareda.

En la primera mitad los zaragocistas vencían 3-1, estaban dando un baño a los de Juan Ramón López Caro, pero nadie pensaba siquiera en otros tres goles más en la segunda mitad. Pero Diego Milito, quien había anotado los tres del primer acto y dos más de Ewerthon dejaron la eliminatoria vista para sentencia. "Es muy duro llevarte esta goleada pero hay que levantarse y mirar hacia adelante. De peores hemos salido", afirmaba ayer. Y es que Iker hablaba en primera persona, ya que en la temporada 1999/2000 el Zaragoza precisamente vencía 1-5 en el Bernabéu en la Liga y meses después los blancos vencieron en París la novena Copa de Europa.

Mientras tanto, Juan Ramón López Caro, técnico del Real Madrid, asumió las culpas y pidió que nadie critique a sus jugadores tras la goleada. "Todos los profesionales tenemos una responsabilidad. No tengo que decir nada a mis jugadores porque demostraron su mejor actitud, aunque no juego. Soy el máximo responsable porque tomo las decisiones y espero que la crítica se incline por ese camino, que se apunte a mí y no a ellos. Soy el máximo culpable", reconoció en una entrevista en Onda Madrid.

Horas después de encajar una dura goleada y digiriendo la cantidad de críticas que está recibiendo, López Caro dio la cara para arropar a sus jugadores, defender el equipo que jugó y admitir que nada de lo planificado salió en el partido.